Horror en Libia
Traficantes de seres humanos, milicianos y militares, migrantes y refugiados han ocupado Libia. Estos últimos sueñan con alcanzar Europa. El precio para conseguirlo es la vida. Miles de mujeres y niños han sido violados. Buena parte de los adultos serán explotados laboralmente o morirán en el mar. Este es el resultado de invasiones militares erróneas, decisiones económicas injustas y medidas políticas cortoplacistas. ¿Cuándo empezará Occidente a pensar en serio en estas personas?— Domingo Martínez Madrid. Baños de Valdearados (Burgos).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.