6 fotosSeis cosas que echa a perder si se pasa de limpioNos puede la fiebre de lavarlo todo, pero no siempre es bueno para el objeto que queremos adecentar. Y, a veces, tampoco para la saludCristina Bisbal Delgado16 feb 2017 - 11:39CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl parquet puede tener diversos acabados. Los más habituales son el barniz y los aceites. “Si se limpia con demasiada frecuencia en húmedo, el barniz pierde el brillo y las juntas se van ennegreciendo porque siempre quedan restos de agua mezclada con polvo”. Lo dice Gonzalo Medina Gallego, ingeniero de montes y técnico de AITIM, Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la Madera. Y el problema no es solamente estético, para Manuel Sánchez Angulo, del Grupo de Docencia y Difusión de la Sociedad Española de Microbiología, la madera húmeda podría favorecer el desarrollo de hongos, así que "si le cae agua, lo mejor es secarlo cuanto antes". Medina Gallego recomienda hacer una limpieza habitual (cada dos o tres días) en seco, mejor con aspirador que con mopa. “Y una vez al mes, una en húmedo, con una mopa o fregona muy escurrida solo con agua. En caso de que el suelo lo necesite, se puede añadir una cantidad recomendada de producto específico para la limpieza de superficies delicadas”. Y Sánchez Angulo añade: "Los productos especiales para el parquet suelen ser aceitosos y evitan que la madera se humedezca".Es muy infrecuente contar con muebles de madera en crudo, sin tratar, de modo que el barniz o aceite que llevan los protege. Sánchez Angulo considera que la fiebre por limpiar los muebles para evitar que proliferen los microorganismos está injustificada: "Si está bien conservado no tendría por qué acoger patógenos, aunque se humedezca". Pero si queremos que continúe en perfectas condiciones hay que tener mucho cuidado con su limpieza. Rosa María Pérez, directora de Materiales y Laboratorio de AIDIMME, Instituto Tecnológico Metalmecánico Mueble, Madera, Embalaje y Afines recomida eliminar el polvo que acumulan con un paño suave y con delicadeza. “De lo contrario, al limpiarlos, se pueden producir rayas en su superficie”. En cuanto a las manchas, nada de usar detergente de manera indiscriminada. “A pesar de que la película de barniz permite limpiar las manchas, según qué acabados lleve el mueble, los productos pueden penetrar en los poros y atacar la madera”. Los consejos son retirar el causante de la mancha lo antes posible. Si produce mancha, mojar un paño en agua mojada —no empapada— en una solución jabonosa con un ph neutro o específico para madera. Y secarlo inmediatamente.Levi’s lanzó hace un tiempo la campaña Dirty is the new clean para no lavarlos. Y en efecto, la lavadora, acaba con ellos. Para Isabel Romo, “los vaqueros sufren sobre todo la pérdida de color porque están hechos con un tejido natural, algodón 100%, que se tiñe en azules de diferente intensidad. Por otro lado, con el uso, van cogiendo la forma del cuerpo, y al someterse a tratamiento húmedo vuelven a su forma original”. Pero aunque sus tejidos aguantan más cuanto menos los acerquemos a la lavadora, por el contacto con nuestro cuerpo, los vaqueros acumulan una ingente cantidad de microorganismos que, por higiene, hay que eliminar. Si lo queremos todo, los expertos recomiendan intercalar la lavadora con limpiezas en seco.Hay que preocuparse en caso de que la pieza sea de lana o de seda, ambos materiales delicados. Si es usted de los que las meten en la lavadora o las lava a mano con cuidado, en la bañera, ha de saber que es posible que le duren menos de lo que había calculado. Los motivos los da Isabel Romo: “Los tejidos naturales vuelven a su condición primaria, por lo que sometidos a un tratamiento húmedo pueden encoger. Es recomendable recurrir a la limpieza en seco, bien sea con hidrocarburos o con percloroetileno, que tiene un gran poder desengrasante. O un tratamiento húmedo suave, prácticamente manual, sin centrifugados para arrastrar los restos de suciedad y posteriormente un tratamiento en seco con un alto poder desengrasante”. La frecuencia depende del uso, pero desde 5àsec aconsejan que no más de una vez al año para las de uso doméstico. ¿Y durante ese año, qué hacemos con todo el polvo, migas y otras sustancias que se van acumulando? "Lo mejor para limpiar una alfombra es un aspirador. Y si es posible, debemos evitar comer encima para evitar la aparición de microorganismos", cuenta Sánchez Angulo.Juan Carlos García, director del Área Técnica de CONEPA, Federación Española de Asociaciones de Talleres, asegura que, en España, hay un porcentaje de la población que lava sus coches en exceso. El resultado es la aparición de microarañados: “Muchos de ellos ni siquiera se ven a simple vista, pero afectan a la pintura del vehículo. Provocan un acabado menos brillante y dan aspecto de antigüedad al vehículo, sobre todo en los colores más oscuros”. Este problema es más habitual en caso de abusar del lavado en máquinas de rodillos. “Consideramos más adecuado lavar los coches a mano y con jabones específicos que cuentan con elementos que protegen la pintura. Y espaciar el lavado un mínimo de dos semanas”, concluye el director del Área Técnica de CONEPA.No son propiamente objetos, pero las sometemos a más lavados de los que necesitan, lo que "altera la barrera natural cutánea que protege la piel de agentes externos", asegura Martina Alés Fernández, dermatóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. El exceso podría provocar una dermatitis: "Un proceso inflamatorio de la piel que cursa con picor, rojez y descamación de las zonas afectadas. Si esto se produce se debe visitar al dermatólogo para que recomiende un tratamiento tópico adecuado al caso". El lavado de manos adecuado se debe realizar con agua templada, limitando el uso de jabones agresivos y, después, secando la piel adecuadamente. En caso de que haya que lavarlas con mucha frecuencia —profesionales sanitarios, por ejemplo— se recomienda el uso de hidratación tras el secado.