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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí
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¿Qué es la economía en Occidente y en Oriente?

Por Miguel Yasuyuki Hirota

Este blog presenta monedas sociales como herramienta para la economía local, pero no he hecho todavía una pregunta fundamental: ¿Qué es la economía? Quisiera iniciar este año por reconfirmar su razón de ser en base a su etimología en ambos lados de Eurasia, aplicando este concepto en la práctica de las monedas sociales.

En el Occidente, la palabra castellana “economía” y la inglesa “economy” etc. provienen de la griega “oikonomía” (οικονομία)” que consiste en “oikos (οἶκος)” (casa) y “nemu (νέμω)” (administración), o sea “administración de casa”. Esta noción era importante para Aristóteles quien la distinguía de “adquisición de bienes”.


Las palabras en idiomas orientales que significan “economía” son “jīngjì” (“
經濟” / “经济”) en chino, “keizai” (経済) en japonés y “gyeongje” (경제) en coreano. A pesar de la diferencia enorme en pronunciación, todas comparten la misma raíz de “jīngshìjìmín” (經世濟民 / 经世济民), una frase encontrada en Wenzhongzi (una obra clásica china del siglo VII escrita por Wang Tong) que significa “gestionar el mundo para satisfacer el pueblo.”

Lo que podemos ver es que ni en griego ni en chino, dos idiomas de importantes civilizaciones antiguas, se refiere a la búsqueda del lucro sino a la gestión de recursos para satisfacer nuestras necesidades. O sea, producimos pan / ropas / vivienda etc. para consumir y no para ganar lucro.

Este reconocimiento de la economía es muy relevante para las monedas sociales. Cada uno se especializa en la oferta de ciertos bienes y/o servicios con el fin de maximizar la eficiencia productiva, y tenemos que mirar a nuestros propios vecinos para comprender lo que necesitan antes de empezar a dedicarnos a las actividades económicas. Por ejemplo, sería más adecuado abrir un restaurante vegetariano que una charcutería en un barrio donde las personas tienen esta tendencia de no consumir carne, y sería importante reformar pisos en otro barrio donde viven muchas personas mayores para que las casas les sean más cómodas.

El primer paso para conseguir esta economía con una moneda social es crear una lista de necesidades no satisfechas. Es importante que se reúnan los socios con frecuencia no sólo para fomentar su solidaridad interna sino también para ver qué falta en su comunidad, tratando de ver cómo se pueden cubrir estas demandas.

Un ejemplo de que podríamos aprender sobre su espíritu son las cooperativas de consumo y de otras en que están involucrados los propios usuarios. Diferentes cooperativas han surgido para lograr sus propios metas.

Cooperativas de consumo: para satisfacer las necesidades de ciertos productos y/o servicios no ofrecidos. Ejemplos: comida orgánica y sana, servicios de salud, energía renovable

Cooperativas de enseñanza: para satisfacer las necesidades de educar a los hijos en una manera distinta a la de la educación tradicional.

Cooperativas de vivienda: para satisfacer las necesidades particulares de personas. Ejemplo: vivienda asequible en una zona con muchas especulaciones y vivienda adecuada para personas mayores

Banca Ética: fundada como cooperativa de crédito para satisfacer el deseo de los depositarios de que su dinero sea invertido en emprendimientos sociales y/o ecológicos en vez de impulsar proyectos dañinos en término del medio ambiente, de los derechos humanos de los trabajadores…

No es pura coincidencia que las cooperativas más exitosas son aquellas en que los propios consumidores pueden reflejar sus voces en las gestiones de estas entidades. Aunque las monedas sociales tienden a impulsar más actividades económicas individuales (ejemplo: oferta de cosechas en la huerta familiar, curso de idiomas…) que la creación de nuevos emprendimientos, es importante aprovechar las monedas sociales como herramienta para la colaboración entre los productores y los potenciales consumidores.

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