Pandemia
Me cuenta que tiene novia, pero apenas la ve. En el último trimestre ha librado tres domingos y le pagan 700 euros brutos al mes por 12 horas de trabajo al día. De vez en cuando, uno de sus encargados le llama al móvil por la noche para que, fuera de la jornada laboral, haga inventario del embutido que despacha. Así ha llegado a acumular 100 horas extraordinarias. Las reclamó pero le dijeron que le pagaban solo 40. Es lo que hay; si quieres lo tomas y si no, lo dejas, fue la respuesta. Mientras me parte un trozo de queso, dice que su novia y él se plantean emigrar en busca de un trabajo que les permita estar juntos, tener algún hijo y tiempo para vivir.
No diré su nombre ni el del supermercado donde trabaja porque no hace falta: la explotación laboral está tan extendida en España que se ha convertido en pandemia.— Enrique Chicote Serna. Arganda del Rey (Madrid).
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