Migajas
Deberíamos impulsar acciones que obligaran a los partidos a trabajar en vez de lamerse las heridas
Agrupados en asociaciones de carácter cívico, los contribuyentes tendríamos que hacer algo para arreglar los problemas internos de los partidos políticos de izquierdas a fin de que, liberados de sus cargas domésticas, pudieran ejercer de partidos de izquierdas. Mientras la gestora del PSOE, por ejemplo, no decida si instalar el susanato por aclamación o por primarias aparentes, tampoco comprenderá que el problema del frío es para ahora. En la primavera empieza el buen tiempo, por favor. Si no lo ven, es porque viven en su ombligo, igual que los dirigentes de Podemos, a quienes ya no se escucha hablar de la renta básica ni de la auditoría de la deuda ni de la nacionalización de los sectores estratégicos. Solo abren la boca para referirse a sus achaques seniles, increíbles en un partido que acaba de nacer.
Incluso los ciudadanos que disientan de las ofertas electorales de Podemos y del PSOE, en el caso de que sigan vigentes, deberían dar la vida por que continuaran proponiéndolas a fin de que la realidad política no se gripe y usted y yo podamos ir a trabajar o al cine descargados de problemas que no nos competen y sobre los que carecemos de la información precisa. No conviene dejárselo todo al PP. El PP no puede dedicarse a oxigenar al PSOE con las migajas que estamos viendo que le arroja para que parezca que hace oposición. Dentro de nada, y como migajas sobran, empezará a echárselas también a Podemos y aquí paz y después gloria. Desde las asociaciones de vecinos, en fin, o de belenistas, incluso desde las comisiones falleras de Valencia, tendríamos que impulsar acciones que obligaran a estos partidos a trabajar en vez de lamerse las heridas. Ofrezcámosles al menos nuestra lengua para acelerar el proceso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.