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El hombre que hace brillar a Rihanna

El artista alemán Moritz Waldemeyer, especialista en luces LED, lo mismo diseña para Kylie Minogue o Bono que expone en el MOMA

Almudena Ávalos
Waldemeyer posa para ICON enmarcado por luces LED.
Waldemeyer posa para ICON enmarcado por luces LED.Ximena Garrigues y Sergio Moya

Está absorto mirando el reflejo de las luces del objetivo que le apunta. “Es hipnótico”, dice el artista alemán Moritz Waldemeyer (42 años) mientras sus pupilas reflejan cuadrados infinitos concéntricos, cada vez más pequeños, formando un caleidoscopio lisérgico. Claramente debe estar observando algo que al común de los mortales se nos escapa. Vuelve a la realidad, toca los cuatro fluorescentes y dice que está encantado con el set.

“Podría ser perfectamente la ventana de mi estudio”, afirma. Toda su obra, basada en la utilización de luces LED, camina entre la tecnología, el arte, la moda y el diseño. Ha realizado importantes colaboraciones con creadores de la talla de Zaha Hadid o Philip Treacy. También ha diseñado vestuario para las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Londres y Río de Janeiro. Y parte de su obra pertenece a la colección permanente del MOMA, Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Rihanna durante una actuación con el vestido futurista de luces LED diseñado por Moritz Waldemeyer.
Rihanna durante una actuación con el vestido futurista de luces LED diseñado por Moritz Waldemeyer.

No es extraño que las firmas de lujo quieran tener un poco de su brillo en sus campañas (Audi, Intercontinental Hotels, Dom Perignon, Swarovski…). Ha venido a España a presentar una instalación lumínica realizada para la exclusiva firma de relojes Panerai. Waldemeyer muestra el que lleva en su muñeca. “Panerai y yo compartimos un interés común: el mar y la idea de estar a solas en el océano. Me encanta bucear y la historia de estos relojes proviene de los submarinos”.

Moritz viste una camisa blanca y unos abombados pantalones oscuros que le dan cierto aspecto bohemio. “Me los compré en Tokio, una de mis ciudades favoritas. Son de carpintero japonés”, cuenta mientras hace una reverencia y luego explica cómo comenzó a fascinarle la iluminación. “En un curso de la universidad aprendí a programar microchips aplicables a LED. Cuando creé el primer destello, supe que con la electrónica inteligente podría controlar la luz. Me di cuenta de que la artesanía y la tecnología tienen en común la búsqueda de la perfección”.

“Nunca estoy cuando salen a actuar con mis diseños. Pero presencié la prueba de sonido de U2 en el Camp Nou. No había nadie en el estadio. Así que tuve un concierto privado suyo”

Lejos quedan ya los años en los que trabajaba en el departamento de investigación de Philips. “Allí no soñaba con ser artista, pero no paraba de crear”, dice. Llegó a inventar un sistema que alteraba la iluminación del hogar según la película que se veía en la televisión. Si era una de terror se oscurecía en los momentos de más miedo. “Lo mío fue una transformación gradual”, resume.

Su primer encargo, una lámpara interactiva, llegó de la mano del diseñador industrial Ron Arad y de Swarowski. Fue en 2004 y se lanzó a montar su propio taller, Studio Waldemeyer. Desde entonces también ha creado piezas para que las grandes estrellas luzcan en el escenario. Ha diseñado un micrófono para Kylie Minogue, vestidos futuristas para Rihanna, las chaquetas de luces con las que reaparecieron Take That o una americana con rayos láser para Bono, de U2.

Durante la gira de U2 '360 tour', Bono llevó esta chaqueta de rayos laser diseñada por Waldemeyer.
Durante la gira de U2 '360 tour', Bono llevó esta chaqueta de rayos laser diseñada por Waldemeyer.

“Nunca estoy cuando salen a actuar con algo que les he hecho yo, pero presencié la prueba de sonido de U2 en el Camp Nou. No había nadie en el estadio. Así que puedo afirmar que tuve un concierto privado suyo”, confiesa. Eso podría ser insuperable si no fuera porque en su memoria guarda con mucho cariño el momento en que le llamó Philip Treacy, el gran creador de sombreros.

“Es una de las cosas más halagadoras que me han pasado en la vida. Corría el año 2012 y Philip había anunciado su vuelta a la pasarela 12 años después de su última aparición. Me dijo que la luz sería un elemento relevante en su desfile y me preguntó si podía diseñar el sombrero más importante del show. Fue algo mágico. ¡Las modelos vestían trajes originales de Michael Jackson!”, recuerda. Así que dejó volar su imaginación.

Creó una pieza con 6.000 luces LED que se sujetaba por la cabeza y llegaba hasta los tobillos. “Fue uno de los mayores desafíos de mi carrera”. Pero no es Moritz un artista que viva del pasado. “Me inspiran las cosas cotidianas. Todos los días hay detalles lumínicos que me hacen pensar”, explica antes de confesar que le encantaría trabajar para Marilyn Manson. “Venía escuchando temas suyos en el avión pensando que me gustaría hacer una colaboración con él. No me apasionan todas sus canciones pero sí el personaje que se ha creado. Así que si lees esto, Marilyn, aquí me tienes”.

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