Cómo ser la reina de las rebajas
Guarda la calma, ponte zapatos cómodos y medita todo bien antes de pasar la Visa
La ayatolá de las rebajas, la gurú de los chollos. Estos son algunos de los motes que me han puesto mis compañeros de trabajo y mi círculo de amistades. Y es que si tengo un principio, ese es el de no pagar más por algo que puedes encontrar por menos, si sabes cómo. Solo se necesita tiempo y paciencia, y algunos consejos.
Las rebajas de invierno están a punto de comenzar —el 7 de enero en la mayoría de comunidades— y este año vamos a hacerlo bien. Hay ciertos trucos, adquiridos a lo largo de temporada tras temporada y después de sufrir algunas desilusiones, que ayudan a hacer de este período de descuentos una experiencia satisfactoria.
Antes de entrar en harina y desvelar mis mejores secretos, quiero hacer un llamamiento a todos los consumidores: apostad por las compras responsables. No, no es necesario llenar por llenar el armario de prendas. En esa camisa que cuesta tres euros se te va a quedar un cerco amarillo de desodorante imposible de borrar. Ese pantalón vaquero de 15 euros no te valdrá el segundo día que lo uses porque es 70% algodón, 30% poliéster, y dan de sí. Y unos jeans de verdad, de los que te duran 10 años (si no cambias de peso), están compuestos al 100% de algodón, tela conocida como denim. ¿Y esos botines de 5 euros? Son plástico, te va a sudar el pie, palabrita de fashion victim.
Por eso, las rebajas son buen momento para comprar dos tipos de prendas: las que forman el llamado fondo de armario y esos caprichos* que no has podido permitirte antes. Casi todos los expertos en moda coinciden: el fondo de armario está compuesto por prendas atemporales, básicas y de buena calidad. Por ejemplo, un little black dress —ese vestido negro que te sirve para cualquier ocasión menos para hacer deporte e ir a la playa—, un abrigo largo color camel, una camisa blanca clásica, unos botines de piel, un bolso shopper o una chaqueta de punto.
El fondo de armario no se puede crear de una vez, a no ser que estés dispuesto a gastarte una buena cantidad de dinero. Por eso, yo lo comparo con la afición de coleccionar monedas o sellos. Lo vas haciendo poco a poco. Piensa en qué te hace más falta ahora, en qué vas a utilizar más.
La semana antes
Uno de mis mejores trucos es pasarme por las tiendas una semana antes, probarme las prendas y apuntarme la talla y la referencia. A las 23.59 horas del día 6 de enero estoy conectada a la web de la tienda que me interese y, una vez se cumplan las 00.00 horas, añado todo a la cesta de compra y pago rápido. Me ha sucedido en un par de ocasiones que, mientras hacía la compra, algunas de las prendas que había seleccionado se agotaron y me quedé sin ellas, por eso está muy bien guardar previamente las pestañas que nos interesen en favoritos.
Si lo de Internet no es lo tuyo —yo te animo a que empiece a ser lo tuyo, cómodo, sin chocarte con la gente, sin colas, te lo traen limpito y bien envuelto a casa—, la mayoría de tiendas abren a las 10 de la mañana. Vete a primera hora con las ideas claras y aléjate de las tiendas del centro. Eso es un horror de prendas tiradas en el suelo, montañas de nadie-se-atreve-a-meter-la-mano-por-si-acaso y pisotones.
El mejor momento
Los mejores días para comprar son los primeros y los últimos. Las segundas rebajas no son más que un eufemismo de "te saco todo lo que tengo en el almacén desde antes de que Britney Spears se rapara el pelo (y eso fue en 2007)". Sin embargo, los días finales sucede aquello de entre col y col, lechuga. Hay cosas escondidas de gente que ha hecho devoluciones y que pueden ser una buena inversión de futuro. Además de prendas de otras estaciones, como sandalias o vestidos. Hay que esperar para estrenarlo, pero el tiempo vuela.
Este año, el mejor momento puede ser ya mismo. Tiendas como Adolfo Domínguez, Mango, Bimba y Lola, H&M, & Other Stories y Cortefiel ya han empezado con sus rebajas. Y las hay muy buenas. Como dicen mis compañeras de SModa, estos días puedes comprar tus Reyes con descuento.
*Cuidado con los caprichos. Me ha pasado en más de una ocasión que, por esperar a rebajas, he perdido algo que deseaba mucho. Conozco a gente que utiliza un truqui: lo compra un mes antes de rebajas y lo vuelve a comprar en rebajas. La segunda prenda, por supuesto sin estrenar, se devuelve con el primer tique (¡no te olvides de guardarlo!). Esto no siempre sale bien porque, como ya he dicho, a veces el producto no está disponible en rebajas, pero al menos no te quedas sin ello. Solo lo recomiendo para prendas capricho, muy capricho.
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