Canción de cierre

Hace un par de meses, estábamos tomando algo en mi casa unos amigos y servidor. Llegó aquel momento en el que todos quieren pillar el Spotify para poner esa canción que les apetece escuchar. Opté por Dry Your Eyes, éxito de The Streets lanzado en 2004. Uno de los presentes —escritor de éxito, para más señas— quedó atrapado con el tema y hasta se lo apuntó en el móvil, que es como se certifica hoy que algo es importante.

La semana pasada, los mismos salimos por los bares. El literato, ufano, nos confesó que días atrás le habían hecho una entrevista de estas de cuestionario fijo. Tras acertar su horóscopo y su color favorito, se vino arriba, y a la pregunta sobre qué novedad musical le había impresionado más este año, respondió, ni corto ni perezoso, que, sin duda, Dry Your Eyes, de The Streets. Los demás nos partimos de risa. “Es de 2004 esta canción, pedazo de Balzac”.

Hace cuatro días, estábamos cerrando el número de enero del suplemento masculino de este diario en el que trabajo. Para celebrar que hemos dado a luz, ponemos siempre una canción. Empezamos con Construçao de Chico Buarque. Pero alguien dijo que era algo triste. Entonces, la reemplazamos por A Message to You Rudy, de The Specials. Al cabo de unos meses, en un acto inopinado, servidor la cambió por Cry, de Carly Rae Jepsen. Solo fue secundada por la sección de moda de la revista. Huérfanos de canción de cierre y en homenaje a nuestro amigo literato, decidimos cerrar esta vez con Fit but You Know It, perteneciente al mismo álbum lanzado en 2004 por The Streets que la novedad que tanto le sedujo. Vimos el vídeo. “Joder, pero si esto podría ser hoy”, pensé.