Respetar instituciones
Una serie de individuos y grupos políticos, asistentes al discurso del Rey en la apertura de la actual legislatura, han vuelto a dar un espectáculo bochornoso. Unos se han puesto de espaldas; otro se ha vestido con una bandera republicana; otros no han asistido a la parada militar; otros no se han levantado en el himno… El Rey, el Congreso, el himno nacional, la bandera tienen un valor simbólico que debe ser compartido por quienes participan en las instituciones y respetado por todos. Los que no los respetan son destructores de lo construido, no aportan nada. No suman, restan. Un Gobierno fuerte y representativo debería plantear a las Cortes una serie de normas que impidiesen estos comportamientos. Si no consiguen nuestros políticos manifestar en lo simbólico una unidad, ¿cómo esperamos los españoles ser fuertes ante otros Estados y ante nosotros mismos?— Pablo Domenech Basarrate. Pozuelo de Alarcón (Madrid).
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