El triunfo de Trump

Podemos tirarnos de los pelos, indignarnos, o lamentarnos de la barata demagogia ante la que ha sucumbido el pueblo estadounidense. Pero no olvidemos algo tan obvio como que detrás de un voto hay una persona, una vida, una voluntad de un futuro mejor. El triunfo de Donald Trump lo es de quien explota las ilusiones de los más desfavorecidos por la globalización (por cierto, como tantos otros en Europa). No caigamos en la tentación de demonizar el triunfo de las palabras vacías —pues solo entraríamos en su juego— o de acusar al electorado. Al contrario, entendamos las historias que hay detrás del apoyo al nuevo presidente de Estados Unidos, pues su elección no es sino una nueva muestra de los agraviados por la actual globalización.— Salvador Ortí-Camallonga. Valencia.

El inesperado triunfo de Trump pone de manifiesto el triunfo también del peor enemigo que tiene hoy la democracia occidental: los populismos. Soluciones fáciles para problemas complejos, todo mezclado con un nacionalismo reaccionario y excluyente y, como siempre, con un enemigo exterior al que culpabilizar de todos los males. Lo hemos visto en Reino Unido con el Brexit y lo sufrimos también en Cataluña. Como decía mi padre: “Desconfía siempre de los políticos que dividen a la gente”.— María Garsaball Martí. Barcelona.

La gente no ha aprendido nada y se deja engañar por cantos de sirena. La solución a los problemas de explotación de los débiles, de situaciones de injusticia, la lucha contra la pobreza y a favor del progreso de los pueblos no pasa por ese tipo de Gobiernos. Es más fácil creer en los bocazas de turno que engañan a la muchedumbre erigiéndose en salvadores, que analizar el porqué de los males del mundo. Ante la enorme tristeza que me invade, aún me queda la esperanza de pensar que, en un futuro no lejano, los habitantes de esta Tierra sabrán escoger la vía adecuada para lograr un mundo mejor.— Ana Alonso Castrillo. Madrid.

Todas las sociedades dominadoras empezaron a caer cuando perdieron sus valores. Reino Unido ha cometido un grave error con el Brexit y Trump ha sido elegido presidente de Estados Unidos. Esta mezcla explosiva puede hacer saltar por los aires el equilibrio y poder que EE UU y nuestro querido Estado de bienestar han mantenido hasta ahora. Solo una Europa fuerte puede sostener este dominio occidental que tenemos. Ojalá sea así.— Luis Mariano Moreno Ecija. Getafe (Madrid).