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Tentaciones

"Wilco es un trabajo de 24 horas al día, una forma de existir"

Entrevistamos al cantante de Wilco (Jeff Tweedy), que tras más de dos décadas con la banda que lidera, ha cumplido 50 años con una de las carreras más largas y exitosas de la industria

Amo mi trabajo", dice Jeff Tweedy desde su habitación del nuevísimo y elevado hotel William Vale en Williamsburg. "Me gusta trabajar duro. Probablemente sea la única razón por la cual estamos donde estamos con Wilco". Su banda acaba de lanzar su décimo álbum de estudio, Schmilco, un disco sereno y acústico. Son pocos los músicos que consiguen desarrollar carreras tan longevas y prósperas. Él, sin embargo, está tan entusiasmado como el día que empezó. Ni siquiera las críticas, o que a veces no se le entienda como querría, le quitan las ganas de seguir.

¿Qué porcentaje de tu vida pasas siendo Wilco?

He pasado 0% de mi vida no siendo Wilco. Es lo que hago. Es un trabajo de 24 horas al día, es una forma de existir. Dolly Parton dijo algo así como "descubre lo que te gusta y hazlo a propósito".

¿Por qué decidiste titular tu nuevo disco Schmilco? ¿Es una referencia al disco de Harry Nilsson (Nilsson Schmilsson, 1971) o hay alguna otra asociación simbólica con este nombre?

Es un reconocimiento a ese disco, pero sobre todo quería transmitir una cierta frustración con el hecho de ser una banda de rock y tener que poner nombre a los discos. Tengo muchos nombres poéticamente bonitos, pero ninguno de ellos me decía: '¿Qué es Wilco?'. Después de 20 años de carrera, la gente viene a Wilco con una idea preconcebida, así que es un pequeño esfuerzo por debilitar este tipo de preconcepciones.

Schmilco publicó muy poco después de Star wars, vuestro anterior álbum. ¿Trabajaste en ambos a la vez?

La mayoría fue grabado al mismo tiempo. Mi hijo Spencer se tomó un año sabático en la universidad para venir de gira conmigo y vino mucho al estudio. Empezamos a hacer canciones y, en un momento dado, tuve claro que tenía que hacer un disco con Wilco. La mayor parte estaba flotando a la vez, docenas y docenas de canciones. Para ordenarlas las dividí en Star wars y Schmilco.

¿Cómo es el proceso habitual que utilizas para componer una canción?

Tomo notas en cuadernos, en mi teléfono, tengo pequeñas frases y palabras que sé que quiero usar, pero la mayoría de veces trabajo la música y luego tarareo una melodía o canto sonidos que parecen palabras. Lo llamo una "canción balbuceo". Viviré con esa canción meses y meses y la acabaré con ese balbuceo que, con el tiempo, se traducirá en mi cerebro en una letra.

¿Cómo te deshaces del miedo y decides compartir tu mundo interior?

Cuando estoy en el estudio es cuando me siento más seguro. Lo hago todo con espíritu de descubrimiento y diversión. El deseo que tengo de compartir con el mundo ese regalo que se me ha dado es insaciable. Pero una vez empiezo a estar más cerca de ese momento, empiezo a estar inquieto. Y luego, cuando el mundo empieza a criticar, no puedo evitar ver cierto desprecio cruel en algo que para mí es súper personal. Creo que es interesante que, tras veinte años de hacer lo mismo, todavía me pille por sorpresa. Me encanta el diálogo, solo me gustaría que se aproximaran a él de una manera equivalente a mi manera de ponerlo a disposición del mundo.

¿Hay algún ejemplo de alguien que haya recibido tu trabajo de la manera en la que tú querías?

Sí, por supuesto. Por ejemplo, hay una canción, Happiness, que no es sobre mi madre pero tiene muchas referencias a una madre y hay algunas partes que son autobiográficas. Recibí un mensaje de un fan diciéndome que su madre se acababa de morir y que esta canción le había ayudado muchísimo. Cuando algo aterriza tan cerca de su propósito, o de un propósito ideal, es cuando todo merece la pena. ¿Para qué más puede servir lo que hace uno que para hacer sentir bien a alguien durante un minuto?

¿Por qué elegiste al artista Joan Cornellà para la portada del disco?

Por esa cualidad deliciosamente horrible que tienen sus trabajos. A mis hijos les encanta. En realidad, el dibujo ya existía, solo se adaptó para la portada. Simplemente le pedimos una imagen en la que la electricidad dijera Schmilco.

Tú has descrito Schmilco como alegre, liberador y catárquico. Los medios lo han calificado de calmado, espiritual y pastoral. ¿Te encajan estas descripciones?

¿Cómo alcanzas las dos décadas de carrera con tu banda y llegas a los 50 años de vida sin desfallecer? Si eres el líder de Wilco, la respuesta es fácil

Las mezclas de nuestros discos nunca están hechas especialmente altas porque me gustan las dinámicas de los discos antiguos. Quiero que la gente suba el volumen y los escuche en un equipo que pueda recrear estas dinámicas. Porque, para mí, mi música es a la vez algo alto y delicado. Lo siento, no hay necesidad de gritarle a tus auriculares.

¿Haces lo mismo cuando tocas en directo? ¿Bajas el volumen?

Sí. Hay más matices y sutilidad. Lo alto es más alto y lo bajo es más bajo.

¿Menos es más?

En este contexto, sí. Cuando la gente escucha una guitarra acústica asume que tiene que ser baja y suave. Siempre quiero gritar: "¡Sube el volumen!". Puedes escuchar un disco muy calmado a un volumen alto.

No todas las bandas duran más de 20 años…

Con los grupos con los que llevas cruzándote desde hace tantos años hay una gran calidez. Por ejemplo, conozco a Yo La Tengo desde hace años, les hice de telonero en el instituto en uno de los primeros conciertos de mi vida. Ahora, cuando les veo, pienso: "Oh, Dios, gracias por seguir ahí".

¿Planes para celebrar tus 50 años?

Hum, mi 50 cumpleaños es una semana o dos después del 60 cumpleaños de mi mujer. Creo que todos los aniversarios son poco bienvenidos a esta edad [risas], así que creo que haré una pequeña fiesta con amigos, algo que nos distraiga de la cruel marcha del tiempo. No sé, siempre hablamos mi mujer y yo de renovar nuestros votos, tal vez ahora sea un buen momento para hacerlo.

¿Es una coincidencia que la última canción y la última palabra que se escucha en el disco sea "adiós"?

¡No! Las cosas van demasiado bien para Wilco. Tocamos en muchos sitios y tenemos una buena audiencia. Y, en esta época donde nadie compra discos, todavía vendemos lo suficiente para poder publicarlos. ¿Por qué iba a parar?

Schmilco, el último disco de Wilco, está publicado por PIAS Spain.

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