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CLAVES
Columna
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Ventanas rotas

Dejas impune a un corrupto y el que se lo estaba pensando toma nota

Pablo Iglesias, izquierda, y Alberto Garzón, derecha.
Pablo Iglesias, izquierda, y Alberto Garzón, derecha.Uly Martin

Una ventana rota suele indicar una casa abandonada, o un dueño descuidado o con problemas. Los niños, siempre tan intuitivos, suelen entender una ventana rota como una invitación para tirar una piedra a la ventana de al lado. Y ya son dos ventanas rotas. Dos ventanas rotas no pueden ser casualidad, piensa el tercero que pasa, y lanza otra piedra. Tres ventanas rotas invitan a hacer una pintada. Y una pintada a forzar la puerta. Y una puerta abierta a entrar y llevarse los muebles. Y así sucesivamente.

A la democracia le pasa lo mismo. Dejas impune a un corrupto y el que se lo estaba pensando toma nota. Dejas que alguien se salte las reglas y las reglas dejan de valer para el siguiente que quieres que las acate. Dejas que alguien mienta sin que tenga consecuencias y hará de la mentira una estrategia. Dejas que el que ha perdido una votación proclame que la victoria del otro ha sido ilegítima y no podrás volver a votar. La democracia es una gran idea, pero hay que defenderla todos los días: cada ventana rota en su fachada es una invitación a una pedrada. Su funcionamiento requiere de esa cosa llamada “legitimidad”, que no es sino la creencia de la gente en que el sistema es justo y funciona equitativamente. Unos trabajan para reponerla, otros para vaciarla.

En España ha habido no una sino dos elecciones en menos de un año. Los que concurrieron a ellas lo hicieron porque pensaban que podían ganar limpiamente. Que sepamos, no solo no han denunciado los resultados, ni ante la Comisión Electoral ni ante ningún organismo internacional, sino que recogieron sus actas y ocuparon sus escaños.

Pero algunos de los que han perdido dicen ahora que ha habido un “golpe”, que va a gobernar una “mafia” y llaman a manifestarse ante el Parlamento. Uno de ellos, que se confiesa admirador de la democracia griega, solo logró ocho diputados en un Parlamento de 350 pero quiere hablar en nombre de todo el pueblo; el otro, que también dice hablar en nombre del pueblo, dice que el Parlamento está gobernando por el Ibex 35 y que solo va a producir “papel higiénico”. “Solo reconoceré el resultado si gano”. ¿Dónde han oído eso antes? @jitorreblanca

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