La bata que vio nacer el imperio Inditex

Amancio Ortega es el segundo hombre más rico del mundo, uno de los empresarios españoles más exitosos y no hay capital mundial en la que no exista una tienda de su famosa cadena Zara. Lo que pocos imaginan es que una multinacional como Inditex tiene su origen en una simple bata de casa. La prenda en cuestión -que forma parte de la exposición Galicia Cen en A Coruña- procede de Confecciones GOA (Amancio Ortega Gaona, al revés), la primera empresa creada por el gallego junto a su primera mujer, Rosalía Mera, y que estaba orientada a la fabricación de albornoces. Han pasado décadas, y la bata está intacta y tiene aún las etiquetas puestas. Tras permanecer guardada durante años en una pequeña tienda de la localidad gallega de Porto do Son, hoy está valorada en 600 euros.

Victoria Fernández, de 63 años, es la encargada de la mercería María Victoria, un negocio familiar que heredó de sus padres. Abrió sus puertas hace 74 años y está situado en el centro del pueblo. "Este tipo de batas, similares a las de boatiné, estuvieron de moda en los setenta, y la que cedí a la exposición quedó sin vender. Cuando Ortega creó Inditex y triunfó no quise que nadie la comprara porque sabía que tendría un valor importante", explica con orgullo a través del teléfono.

"Sé que la bata es especial porque ni Amancio la tiene. Solo está a la venta para él si la quisiera, por el valor sentimental que le pueda aportar, si no a mí me es indiferente porque moriré igual de rica que ahora", afirma entre risas. Todos los vecinos del pueblo conocían la existencia de la prenda, ya que Fernández la tenía expuesta en su negocio con las demás batas, pero cubierta por un plástico para protegerla. Hubo clientes que quisieron comprarla pero la respuesta de la gallega siempre fue negativa. "Había gente que quería echarle la mano y yo siempre gritaba que no se vende, la cedí para la exposición y me la devolverán pronto", aclara. En la tienda también dispone de camisones procedentes de la primera fábrica del empresario gallego.

Hacerse con la bata no fue un trabajo sencillo, ya que el equipo de la exposición tardó dos años en reunir los 100 objetos que forman parte de la muestra. "Encontrarla fue un trabajo costoso, hubo mucho boca a boca, investigación y búsqueda. Encontramos muchas batas de Confecciones GOA usadas, pero sabíamos que necesitábamos una totalmente nueva para que luciera", afirma Manuel Gago, comisario de la exposición. Fruto de la casualidad, la suerte llamó a su puerta y una amiga de Victoria Fernández informó al personal de la muestra de que en la mercería podían encontrar lo que buscaban. "Estas batas tienen como 40 años, son ya como algo mitológico, pero es impresionante que lo que era hace años una simple bata para andar por casa hoy sea símbolo del nacimiento de la empresa más grande que tuvo Galicia a lo largo de su historia", matiza Gago.

"A mi me llamaron los periodistas, vinieron a verme y se llevaron la bata, pero no sin antes hacerme un seguro por si sufre algún tipo de daño. Le han sacado fotografías a la prenda pero yo no quiero que ni mi mercería ni yo estemos cerca de una cámara, no quiero ser conocida", sentencia Fernández mientras convence a unas clientas de que se lleven unas telas "feitas a man". La bata estará disponible para que el público pueda verla de cerca en la Sede Afundación de A Coruña hasta el 7 de enero de 2017, en una exposición que recoge desde piezas de gran valor artístico y referencial hasta útiles de la vida cotidiana.