Mário o Mariana, ¿quién lleva las finanzas de Portugal?

¿Las cuentas de la casa portuguesa las lleva Mário o Mariana? La duda saltó cuando la diputada anticapitalista del Bloco de Esquerda Mariana Mortágua anunció un nuevo impuesto en Portugal. Horas antes, el ministro de Finanzas, Mário Centeno, no había dicho ni mú en el Parlamento. Al margen de la oportunidad o justicia del nuevo gravamen, el anuncio de Mariana ha levantado una polvareda en todos los partidos del país, de los más derechones a los más izquierdosos, pasando —que es lo sorprendente— por el mismo partido socialista, que gobierna con el apoyo parlamentario de comunistas y bloquistas. Los minutos de pantalla que se ganó Mortágua en todos los telediarios del día y de la noche levantaron los celos de los comunistas en esa pugna sorda —aunque socios del Gobierno, no se reúnen juntos jamás— por demostrar quién es más de izquierdas y quién saca más tajada al Ejecutivo. Si Mariana ha anunciado un impuesto sobre el patrimonio inmobiliario superior a medio millón de euros, el PC ha salido diciendo que ellos negocian con el Gobierno un impuesto más importante: sobre todo el patrimonio de los ricos, el inmobiliario y el mobiliario.

Como es su deber, la derecha se ha rasgado las vestiduras porque, dice, ese impuesto patrimonial por encima del medio millón de euros perjudica a la clase media —se suponía que la clase media de este país ganaba mil euros mensuales—; también las asociaciones de propietarios inmobiliarios y los inversores condenan el impuesto de Mariana.

La estrella de Mariana ha continuado imparable entre los focos y cada vez hace frases más redondas. “Lo primero que tenemos que hacer es perder la vergüenza de ir a buscar a quien está acumulando dinero”, señaló entre los aplausos del diputado socialista Galamba, aunque después se lio en las redes sociales y Mariana dijo aquello de que se le había entendido mal, que “acumular dinero” no es lo mismo que “ahorrar” y que los ahorros de los portugueses están a salvo. Palabra de Mariana.