Ciudades colapsadas
Es urgente aplicar medidas para lograr una movilidad que contamine menos, evite el colapso del tráfico y permita recuperar espacio urbano
Como campaña de concienciación y experimentación, las medidas adoptadas en diferentes ciudades con motivo del Día Sin Coches pueden estar bien, pero conviene no engañarse sobre su alcance. Muy poca efectividad tendrá esa mayor conciencia ciudadana si no existen alternativas eficientes al uso del transporte privado. Es cierto que muchas personas lo usan por comodidad, pero es un error pensar que todo depende de la voluntad de la gente. La mayoría de quienes se desplazan en transporte privado al trabajo en las horas punta lo hacen forzados, especialmente si tienen que hacer trayectos metropolitanos. No se puede culpar a los ciudadanos de un modelo de movilidad que no han elegido por gusto sino por necesidad. Solo ofreciendo una alternativa igual de rápida y más barata cabe esperar cambios significativos en las decisiones sobre movilidad.
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El aumento del tráfico urbano y la mayor proporción de coches diésel en el parque móvil han elevado peligrosamente los índices de contaminación en las grandes ciudades, que muchos días sobrepasan los mínimos tolerables. Se estima que en conurbaciones como las de Madrid o Barcelona se producen cada año más de 3.000 muertes prematuras a causa de la polución ambiental.
Es urgente aplicar medidas para lograr una movilidad que contamine menos, evite el colapso del tráfico y permita recuperar espacio urbano para los peatones. Pero eso no se consigue con discursos populistas que criminalizan el coche y descargan sobre los ciudadanos un problema cuya solución no depende solo de ellos. Si todo queda en una mera gestualidad vacía, poco se conseguirá. Los Ayuntamientos han de abordar con valentía planes de movilidad que incluyan una mejora sustancial del transporte público, la revisión de los planes de acceso al centro de las ciudades (incluyendo el posible pago), y una ordenación del tráfico que priorice las dos variables más importantes: el coste y el tiempo.
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