Caso Barberá
En una democracia constitucional moderna, no puede haber decisiones inexpugnables ni privilegios intocables, y cuando no hay norma específica aplicable al caso concreto se emplean los principios generales de derecho tales como “las cosas se deshacen como se hacen” y “quien puede lo más, puede lo menos”. La designación como senadora de Rita Barberá no fue un acto electoral sino administrativo, que puede y debe ser revocado por las Cortes Valencianas. Tan solo se requiere voluntad política. Se trata de una medida de salud pública, ampliamente justificada por la primacía del bien común sobre el interés particular y de la decencia democrática sobre la irresponsabilidad política. — Hernando Valencia Villa. Madrid.
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