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La paradoja y el estilo
Columna
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Mucha gente quiere ayudar

Froilán, muy serio, nos informa de que su pasión taurina es algo familiar, como los puestos en las embajadas o en el Banco Mundial

Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón durante una feria taurina en Santander.
Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón durante una feria taurina en Santander.GTRESONLINE
Boris Izaguirre

Parece mentira pero hay mucha gente dispuesta a ayudar a los demás. Por ejemplo, la madre Teresa de Calcuta, que ayudaba siempre que comulgases con ella. O Mariano Rajoy, dispuesto a ayudar a sus amigos, como ahora con el exministro Soria, con esa candidatura divina y fallida para el Banco Mundial. Sin amiguismo no hay paraíso.

Soria renunció a la candidatura y rápidamente De Guindos encontró un sustituto. A todos nos ha asombrado ese sueldazo de 250.000 euros anuales, libres de impuestos. ¡Qué ilusión! La sede del Banco Mundial es en Washington, DC, una de las ciudades más aburridas y vigiladas de América. Mi prima Maritza Izaguirre fue representante de Venezuela ante esa institución. Nos contaba que la ciudad era pavorosamente fría, en clima y en personalidad. Y una exquisita amiga me contó que acudió a una recepción en una embajada en esa ciudad a la que llegaron 10 minutos antes de la hora fijada y ya en el parking había decenas de coches con los invitados dentro esperando que el reloj diera las 19.00 horas para al fin entrar en la recepción. ¿Puede existir una imagen más desoladora de la vida social?

La familia del ministro De Guindos parece tener otra idea de Washington. Antes de encontrar sucesor para Soria, ya tenían empleo dos sobrinas suyas en la capital. Son Beatriz y Leticia. Leticia pasó de ser veterinaria a agregada en la embajada española en Washington. ¡También hay fieras en las embajadas! Beatriz trabaja en el propio Banco Mundial. El tema ha sido tan familiar que opacó por un momento el interés por la boda de Rociíto y Fidel. Pienso que habría que ver todo esto del Banco Mundial como algo solidario: quienquiera que sea el elegido, tendrá el calor y cariño de las sobrinas De Guindos. Un entorno familiar para esos solitarios y largos domingos en Washington donde los restaurantes y bares cierran a las 22 horas y pocos abren el fin de semana. Los norteamericanos tampoco se abren, puedes pasar décadas viviendo entre ellos sin conocerlos. Sería de buenos amigos advertirle a los candidatos para el sueldazo libre de impuestos que en esa ciudad vivieron los Urdangarin-Borbón hasta que tuvieron que marcharse de su casa en Georgetown, del cargo en Telefónica y, lo más importante, de Whole Foods, la cadena de supermercados orgánicos donde los precios están pensados para justificar los sueldos del Banco Mundial.

Puede que Washington sea una nueva Siberia, pero Mallorca está que arde con el supuesto romance de su obispo, monseñor Javier Salinas, con Silvia Valenzuela, una colaboradora cuyo cometido era ocuparse de la relación de la diócesis con otras instituciones de la isla. ¡Sabemos que mantener las relaciones no es fácil! Los denunció el marido, Mariano de España, que además de celoso pertenece a la aristocracia isleña. Siguió y grabó a su esposa con investigadores privados. Mallorca puede ser un pequeño infierno disfrazado de bondad. El presunto romance era un secreto a voces pero aún así el obispo besaba la mano de los reyes religiosamente, como si nada. El detalle que me ha conmovido es que los infieles crearon un grupo de oración que estaba integrado exclusivamente por ellos dos. Ahora los separan, a él lo destinan a Valencia. El Vaticano no debería castigarlos con tanta severidad. ¿Cuántas otras veces la curia no ha visto para otro lado?

En la era de Instagram parece muy fácil ser relaciones publicas y luego no es así. Sino fíjense en el caballero que acompaña a Felipe Froilán en su primera entrevista concedida a la televisión, al programa Espejo público. Froilán, muy serio, nos informa de que su pasión taurina es algo familiar, como los puestos en las embajadas o en el Banco Mundial. Pero, inevitablemente, la curiosidad, los ojos se nos van al amigo. Un joven, de belleza omeya, esos califas que poblaron Córdoba y con el aspecto de los relaciones públicas de su generación en los clubes madrileños: pelo recogido, barbita y pulseritas como las de la abuela de Froilán. En algunos medios han sido inseparables este verano, o sea que es una persona que también quiere ayudar. Es probable que la excesiva exhibición, tanto en la entrevista de Espejo público como en las páginas del corazón, fastidien un poco la buena voluntad de ese muchacho y terminen por distanciarlo de Froilán. Es lo que tiene querer ayudar: nunca se sabe cuándo la solidaridad se vuelve interés.

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