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Columna
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A lo bestia

Muchos se preguntan: ¿se puede hacer humor con cualquier cosa?

Leila Guerriero
Una calle de Amatrice, Italia, después del terremoto.
Una calle de Amatrice, Italia, después del terremoto.ALESSANDRO DI MEO (AP)

En enero de 2015, cuando el atentado contra el semanario francés Charlie Hebdo dejó 12 muertos, muchos gritaron “yo soy Charlie”. Entonces escribí, perdón la autorreferencia, “no les creo mucho a muchos de los que dicen yo soy Charlie porque me parece que algunos de ellos se hubieran enojado terriblemente con Charlie (aunque jamás lo hubieran hecho de esta forma sanguinaria) si Charlie se hubiera metido con ellos de la manera en la que Charlie se mete con todo el mundo”. Y, en efecto, Charlie siguió metiéndose con todo el mundo. Meses atrás levantó ampollas al publicar una caricatura de Aylan (el sirio que murió ahogado en playas turcas) junto a la frase: “¿Qué hubiera sido el pequeño Aylan si hubiera crecido? Acosador de mujeres en Alemania”, aludiendo a abusos sexuales presuntamente cometidos por refugiados. Ahora, tras los 281 muertos del terremoto en Italia, publicó una viñeta en la que junto a un hombre y una mujer heridos, y cuerpos bajo los escombros, se lee: “Sismo a la italiana: penne con salsa de tomate, penne gratinados y lasaña”. La indignación estalló y el alcalde de Amatrice, la ciudad arrasada, dijo: “Sobre las desgracias y sobre los muertos no se hace sátira”. Más allá de que no logro ver el sentido —¿crítico?; y, en todo caso, ¿de qué?— de la alusión al desastre de Italia, no leo a menudo el Hebdo. Los decibeles de agresión con los que trabaja, paradójicamente, me anestesian. Sin embargo, espero que dure muchos años. Y con toda su brutalidad a cuestas. Porque uno no defiende el derecho a que una cosa así exista esperando que en algún momento “recapacite” y mute en órgano promotor de los beneficios del yoga. Muchos se preguntan: ¿se puede hacer humor con cualquier cosa? Es una pregunta vieja. Charlie Hebdo la respondió hace rato. Yo diría que ellos, al menos, nunca han fingido ser lo que no son. Nunca han engañado a nadie.

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Sobre la firma

Leila Guerriero
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.

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