_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Comedia

Adoro al actor cómico que se sacrifica y se queda dentro del tanque de agua, ahogándose, mientras todos los visitantes se descojonan. Sufre como un desgraciado para que el que se ría sea solo el que pagó por venir

AP

Hace años que no voy a una playa nudista. Antes, siempre. Comprendes las ventajas desde la primera vez que te bañas en bolas. Tu cuerpo te grita: ¿¡Pero qué hemos estado haciendo hasta ahora, nena!?

¿Por qué dejé de hacerlo?

Un señor (no lo era, era un impresentable, pero voy a concederle este título neutro para presentarlo) me dijo al salir del mar: “Hombre! Y cuánto me darían por una foto tuya ahora mismo?” Yo no estuve fina, porque las situaciones en las que hay que sacar la guionista que llevas dentro nunca acaban bien. Nunca estamos brillantes.

Por eso me dan tanta rabia las películas en las que todo el mundo es ingenioso. Veo la mano del guionista metiéndose por el culo de todos los personajes, rebaños de Woody Allens de marca blanca.

Cuando te dejan no estás ingenioso. Estás dolido, furioso, enfermo de pena. Y solo balbuceas y lloras hasta quedarte dormido. Si alguien te deja con un chiste, tienes autoridad moral para dispararle con una escopeta.

Me gusta la comedia porque en ella hay dosis atroces de dolor. Cuando solo te ríes, que es muy lícito (no demonizo la risa porque sí, adoro la carcajada resorte de un buen pedo a tiempo. Persona seria más pedo igual a risa. Matemáticas de la vida). Pero hablo de comedia.

Veo a muchos actores hacer como que les pasan las cosas PORQUE ES COMEDIA. Narradores ajenos a la acción, sobrevuelan las situaciones emocionalmente sin llenarse de mierda; describen con mucha pericia su color y textura usando chistes agudísimos. Enhorabuena, genios. No os pasaba nada.

Adoro al actor cómico que se sacrifica y se queda dentro del tanque de agua, ahogándose, mientras todos los visitantes se descojonan. Sufre como un desgraciado para que el que se ría sea solo el que pagó por venir.

Su mujer (la del impresentable/señor) estaba al lado en bolas con su puerta de embarque al sol, y fantaseo con haberle dicho: “Seguramente menos del doble de lo que pagan por una foto de tu señora en una web porno ahora mismo. Hazle dos a ella y sales ganando, anormal”.

Eso nunca pasó. Sonreí, me tropecé un poco y le dije algo como: mñie. Y me puse el bikini. Para siempre. En comedia

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_