La esencia de la democracia

A la vista del atolladero en que los políticos tienen a las instituciones de este país, se hace más urgente que nunca modificar el sistema de elección de los diputados. Nuestro sistema de partidos ha empobrecido el Parlamento de una manera vergonzosa. Se entiende que el Parlamento es soberano, que representa a los españoles. Pero, si lo observas detenidamente, verás que la mayoría de los diputados no representan nada, si acaso a su jefe, o lo que es peor, son una extensión vergonzosa de su jefe. No pueden ni siquiera opinar sin su visto bueno. Sonroja escuchar cómo se repiten las opiniones de los políticos cuando salen en cascada defendiendo una causa. Las listas abiertas tienen que ser un clamor, pero mucho me temo que este asunto solo le vendría bien a España. Y eso no es lo importante.— Ezequiel Benito Sánchez. Las Palmas (Gran Canaria).

España es un gran país, se merece un Gobierno estable y de gente honesta que garantice la buena salud de la democracia. El futuro depende de la gestión adecuada de los recursos, teniendo como único objetivo el bienestar de la población. Hay mucha gente con la formación y la capacidad de trabajo necesarias para cambiar las cosas. Un mejor país se construye con buenas acciones, no con indiferencia. Aprender de los errores del pasado y corregirlos es señal de sabiduría; hay situaciones que no se pueden repetir, son inadmisibles. La democracia es el único camino posible, pero hay que rescatar su esencia para garantizar el futuro y sentir el orgullo de ser un pueblo ejemplar, sin fisuras. Los gobernantes pasarán a la historia por el papel que desempeñen. El tiempo pone a todo y a todos en su lugar, para bien o para mal.— Marta Rodríguez Madarnas.