Agyness Deyn: “No he muerto, solo mudé de piel”
La exmodelo se ha labrado una carrera como actriz en el cine de autor más exigente
En sus años de modelo, no había look que se le resistiera. Audaz, osada y de juvenil efervescencia, Agyness Deyn fue hace una década uno de los rostros imprescindibles en las campañas publicitarias más ambiciosas; la traslación del Swinging London sesentero al siglo XXI. También pisó muchas pasarelas, aunque de forma fugaz, antes de retirarse sin haber cumplido los 30. Esa vida anterior fue un accidente y su verdadera llamada, la de ser actriz, confiesa ahora en Londres, donde presenta su nueva película. El drama de época Sunset Song acaba de estrenarse en salas españolas.
“Mi carrera anterior me ha permitido comprar tiempo para ir paso a paso. Mi vida ha cambiado tanto que, de vez en cuando, me encuentro a gente en las redes sociales que creen que me ha tragado la tierra. Me dicen, 'por favor, vuelve. Te echamos de menos'. No he muerto, solo he mudado mi piel”, reivindica. Pisar una alfombra roja no es lo mismo que desfilar para Burberry o Versace. “Ahora puedo ser yo misma”, asegura la británica, de 33 años.
Ya hace años cambió su recordado pelo corto y oxigenado por una alargada y lisa melena. Le aporta en este encuentro londinense un toque de madurez, aunque incapaz de romper ese aire infantil que le confieren su cuerpo menudo y la sencillez de un vestido con aires de uniforme escolar.
A pesar de sus nuevos objetivos profesionales, su mudanza a Los Ángeles respondió a motivos sentimentales, para vivir con el actor estadounidense Giovanni Ribisi, de quien se separó de manera amistosa a mediados de 2015. A pesar de residir entre estrellas de Hollywood, su camino como actriz transcurre por otros derroteros, más próximos al cine de autor que a las producciones de superhéroes y a las comedias románticas con las que han probado suerte otras maniquíes. “Sentía que tenía que tomar riesgos si quería hacer las cosas bien. Si algunas personas a las que admiro no hubieran confiado en que podía hacerlo, yo no hubiese creído en mí tanto como lo he hecho. Ahora no suele preocuparme lo que piense o diga la gente de mí”, admite la actriz, cuyo discurso lánguido y pausado no da lugar a la ansiedad.
Su evolución
Además de Ribisi, Terence Davies es una de esas personas que han cimentado su reencarnación en actriz de constatada solvencia. El que es uno de los directores más sobrios y respetados del cine europeo, asegura ser un absoluto ignorante en lo que a cultura pop se refiere. Por eso no le resultó disparatado elegir a una supermodelo para que encarnara en Sunset Song a una joven de clase trabajadora que se enfrenta en solitario a la tragedia, en la Escocia rural inmediatamente anterior a la Primera Guerra Mundial. “Nunca había oído hablar de Agyness Deyn. Solo sé que se presentó ante mí un lunes a primera hora de la mañana y entendí al instante que era perfecta para el papel. Suelo detectar ese tipo de cosas y casi nunca me equivoco. Le di toda mi fe y ella no me decepcionó”, admite el cineasta cuando le preguntamos por su nueva musa.
El pasado mes de octubre, Deyn volvió a desfilar, por primera vez desde hace años, para Yves Saint Laurent. “Pero eso no quiere decir que vaya a volver a ser modelo. Solo quise reencontrarme con un amigo de la adolescencia”, advierte. Se refiere al diseñador Hedi Slimane, quien le pidió antes de abandonar la firma francesa que regresara junto a él, al menos por un día. Ella dice que se trató de un simple “Hola, ¿cómo estáis?”, pero que la experiencia le resultó algo extraña. “Fue divertido, pero no conocía a ninguna de esas chicas. Ya sabes que en ese mundo todo va muy rápido”, comenta.
Si siempre tuvo tan claro que quería cambiar de rumbo, ¿por qué no recuperar su nombre real, Laura Michelle Hollins, para su nueva vida? “Me convertí en Agyness Deyn cuando todavía era muy joven. Si hiciera eso, me sentiría muy confusa al respecto, responde. “Tampoco es que me haya convertido en una persona diferente, solo he evolucionado”.
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