Guía para la primera cita
María Garay, entrenadora para ligar, ayuda a rendir mejor en las webs de contactos
María Garay te prepara para que rindas mejor en la primera cita. Pero no enseña a ligar. De hecho, no sabe ligar más que otras. No le ha ido mal, dice, pero no tanto como para aconsejar a los demás. Llegó al coach de citas de rebote. Garay era life coach, pero sus clientes siempre le pedían objetivos amorosos. Así se cambió el life por el dating y acabó entrando en 2013 en Meetic, la web casamentera.
Meetic lo tuvo fácil si buscaba una dating coach. Solo había una en España. Una búsqueda en Google da también una love coach, Remedios Gomis. En Linkedin, Gomis define así su labor: ayudar a sus clientes a descubrir "recursos que les permitan obtener resultados extraordinarios en el área emocional y sentimental". Tanto Garay como Gomis dejan la responsabilidad en el cliente: hay ayuda, pero no método.
En Estados Unidos, el negocio es más valiente. Así se define por ejemplo la Smart Dating Academy -donde uno acude si no liga: "Llegamos al epicentro de lo que te pasa. Quizá tienes malas fórmulas familiares y eres un MAL (sic) seleccionador (y siempre te citas con gente narcisista o no disponible), tienes sexo demasiado pronto. Quizá te falta confianza, quizá tu perfil online es genérico, quizá la gente dice que no eres fácil de abordar. Descubriremos qué te detiene". La empresa pone al servicio de los clientes una dating coach, un fotógrafo, un escritor de perfiles y mensajes y un estilista. Depende del precio.
La gente mayor se acuesta con más facilidad; los menores de 35 esperan hasta el tercer encuentro
La mejor traducción de coach es entrenador. Pero entrenador es alguien que dice al jugador qué debe hacer. Garay solo quiere que su cliente descubra por sí mismo cómo ligar. Ayuda con preguntas. Si una clienta le pide qué vestido ponerse en su cita, Garay no lo escoge, sino que le pregunta: ¿qué imagen quieres dar? Pongamos que la clienta le dice sexi, gatuna. Pues Garay seguiría: ¿de esos tres colores, cuál es más sexi? Al final podría decirle que la elección le parece bien, pero no apuesta. Su papel no es aconsejar: "Hago argumentos para que llegues a tus conclusiones. No voy a juzgarte, voy a viajar contigo", dice.
Desde que está en Meetic, Garay tiene algo de ventaja. Por Meetic, según datos de la empresa, han pasado 10 millones de españoles desde 2002. Garay no revela los usuarios activos en 2016, pero dice que es "un número de siete cifras". Garay envía encuestas a los usuarios y obtiene datos que usa en sus sesiones. Garay organiza de vez en cuando sesiones gratuitas para usuarios de Meetic.
No son revelaciones sorprendentes, pero dan ideas: "Un 40% de los solteros busca activamente pareja". El otro 60% debe descansar o tiene reparos por edad. Pero Garay hace por fin de "entrenadora" y recomienda otra primera cita: mejor un aperitivo o un café que un restaurante porque "si no hay chispas, la duración de la cita será más manejable". Hay otro motivo: el 89% de los solteros españoles cree que la elección de la comida y el comportamiento en la mesa influyen en qué piensan de su acompañante. Es mejor no complicarse la vida.
Los tres hábitos más molestos al comer son curiosos. El primero es lógico: hacer ruido. Aunque solo lo creen un 54% de los perfiles de Meetic. Los otros dos parecen sin embargo de otro nivel: el 44% cree que es pésimo elegir la cena sin preguntar al otro. Pero ¿será el restaurante o los platos? ¿Hasta tal punto ha crecido la moda de compartir que es de una educación terrible no anunciar tu elección? El último hábito molesto es también sutil: centrarse más en la comida que en charlar, como si alguien se dedicara a saborear más que en mirar enfrente.
La impuntualidad es fatal para un 90%. Pero Garay es coach y no juzga; por tanto, como le ha ocurrido ya una vez, si un tipo le dice que él llega tarde porque es más chulo que nadie, lo entiende y le anima. También es crítico escribir los mensajes previos sin faltas (para un 55%) y sin abreviar (para un 45%).
Al final hay que verse. El 74% de los europeos tiene rituales de preparación antes de quedar con alguien por primera vez. Meetic no especifica más que un 55% se afeita y depila y un 45% se pone ropa interior sexi. Los rituales tienen un motivo: todo depende del primer vistazo. Para un 94%, una buena primera impresión es vital. Pero es complicado acertar porque un 90% se siente atraído hacia quienes no ocultan las imperfecciones. Aunque el dato tiene trampa. ¿Cuáles son esas imperfecciones: nariz grande, verrugas, calvicie, barriga? No. Se trata de no ocultar ser tímidos, inseguros, enamoradizos y muy sensibles.
No hay datos de éxito de primera cita. Solo se sabe que la gente mayor se acuesta con más facilidad; los menores de 35 esperan hasta la tercera cita; el 53% de los mayores, a la primera ya les va bien. Si el encuentro va peor, Garay propone estas dos fórmulas para huir: "Ha sido un placer", "gracias por el café". Y te piras.
En todo esto, Garay sí tiene claro cuál es el mayor enemigo: "El diálogo contigo mismo". El motivo es sencillo: "Si piensas que no vas a estar a la altura, no lo vas a estar". Quizá sea escaso como consejo de primera cita, pero algo es algo.
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