La diplomacia del autorretrato
Los Juegos propician gestos como el de las gimnastas de las dos Coreas, aunque difícilmente arreglarán viejos conflictos
¿Este selfie podría solucionar el conflicto entre dos países que llevan décadas enfrentados? De acuerdo, es una exageración, pero cuesta no dejarse llevar por el entusiasmo que ha suscitado.
La imagen es de los Juegos de Río, durante unos entrenamientos: Lee Eun-ju, gimnasta de Corea del Sur, sostiene su móvil y se saca una foto junto a Hong Un-jong, de Corea del Norte. Dylan Martínez, de Reuters, capturó la escena, aunque quien la ha popularizado ha sido el politólogo Ian Bremmer en un tuit del 5 de agosto en el que decía: “Por esto se hacen los Juegos Olímpicos”. Este mensaje se ha compartido más de 20.000 veces.
Muchos han visto en este gesto un símbolo: dos deportistas unidas en un momento amistoso por encima de las disputas políticas de sus países de origen. De hecho, otras fotos posteriores han mostrado a las gimnastas charlando y sonriendo, esta vez en plena ronda clasificatoria. El símbolo cobra fuerza por su contexto, los Juegos, que aspiran a promover los valores de fraternidad por encima de rivalidades políticas.
Por supuesto, no han faltado comentarios más cínicos en redes, ironizando con las posibles consecuencias cuando vuelvan a casa. Pero teniendo en cuenta, por ejemplo, que el equipo libanés no quiso compartir autobús con el israelí, se trata de una lectura a la que es difícil resistirse.
No nos hagamos ilusiones, claro: esta foto no acabará con los problemas de las dos Coreas. Y, sobre todo, no podemos olvidar que se trata de dos deportistas jóvenes. Es la primera vez que Lee Eun-ju, de 17 años, va a unos Juegos, y no es de extrañar que quiera hacerse una foto junto a Hong Un-jong, que ganó el oro en Pekín 2008. La surcoreana participa en un acontecimiento extraordinario con gente a la que admira y a la que quiere, como mínimo, igualar. Como para no hacerse fotos. Esta ha trascendido, pero seguro que ya tiene unas cuantas más en la memoria del móvil. Y como ella, la mayoría de los participantes.
El autorretrato —y más en una joven de 17 años— es un gesto ya natural, una forma de recordar no solo lo que hemos vivido sino, sobre todo, que estábamos allí.
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