Desprotegidos
Desde mayo llevo intentando renovar el DNI de mi hermana discapacitada. Ninguna comisaría de Madrid me daba cita antes del 11 de septiembre. Fui el 30 de julio a la de Tetuán, que admite ir sin cita un sábado. Después de una hora y media haciendo cola, nos quedamos sin entrar porque solo daban 30 números y nosotras hacíamos el 31. Un señor nos cedió su puesto en la fila y una funcionaria nos pasó antes. Si no es por ellos, nos habríamos ido sin el documento. ¿Por qué los discapacitados tienen lugar reservado en los aparcamientos y otras concesiones que hacen su vida más fácil, pero no tienen un número de plazas reservadas para hacer gestiones sin depender de la buena voluntad de funcionarios o ciudadanos?— Rosa María Puig Pagán. Rivas (Madrid).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.