15 fotosTarzán siempre vuelve a la pantallaEl actor Alexander Skarsgård es el nuevo Tarzán del siglo XXI. El mito regresa a la pantalla a punto de cumplir su primer siglo como héroe cinematográfico.Carles GámezValencia - 22 jul 2016 - 10:36CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl segundo Tarzán de la pantalla todavía sin voz propia fue un antiguo bombero de la ciudad de Nueva York, Josep Pohler, que cambió su nombre por el más cinematográfico de Gene Pollar. Como los primeros y pioneros tarzanes de la pantalla Pollar está más cerca del cómico decimonónico que del moderno y sexy héroe en que más tarde se convertirá el personaje creado por Edgar Rice Burroughs.Jugador de futbol americano, James H. Pierce llamó la atención del creador de Tarzán, Edgar Rice Burroughs, que lo eligió para ser el nuevo lord de la jungla en la adaptación a la pantalla de un relato del escritor. Pierce acabaría casándose con la hija de Edgar Rice Burroughs, Joan Burroughs, y juntos, como Tarzán y Jane, protagonizarán un serial radiofónico. Al morir, sus hijos grabaron en sus respectivas tumbas los nombres de Tarzán y Jane.Frank Merrill había comenzado ejerciendo de doble en las primeras aventuras de Tarzán. Como otros Tarzanes de la pantalla en su hoja de méritos figuraban sus dotes atléticas. En 1928 le llegó el turno de interpretar al héroe mientras se realizaba el tránsito del cine mudo al cine sonoro, pero su voz no resultó del todo adecuada para escucharse en medio de la selva finalizando su carrera en la jungla después de una segunda secuela.Habían pasado quince años desde que el primer Tarzán había hecho acto de presencia en Hollywood, ahora, un atleta nadador olímpico, Johnny Weissmuller, era el escogido para interpretar al héroe de la jungla despojado de pelucas y pieles de leopardos de guardarropía por un sexy taparrabos y unas excepcionales dotes físicas. El mito contemporáneo acababa de nacer y con él su iconografía y gusto de imaginería clásica. Para acompañarlo, una joven actriz Maureen O’ Sullivan luciendo belleza carnal antes de la entrada del Código Hays.Lanzado como rival de Johnny Weissmuller, Buster Crabbe poseía también un excelente currículo de méritos como atleta olímpico, pero su paso por la pantalla como el rey de la jungla sería efímero. Mejor suerte correrá dando vida a otros héroes del cómic como Flash Gordon y Buck Rodgers.El mismo año que Johnny Weissmuller se despedía del personaje después de un largo reinado en el que había gobernado sin rival, Lex Barker tomaba el relevo. El sucesor parecía una buena apuesta para coronarse como el nuevo rey de la jungla aportando al mito esa carga de sensualidad que los espectadores habían olvidado . Después de cinco entregas Barker decidió abandonar el personaje recayendo en Europa y en La dolce vita de Federico Fellini. Su segundo momento de popularidad le llegará interpretando a Old Shatterhand, el héroe del oeste de las novelas de Karl May.Gracias a Gordon Scott los grandes pectorales hicieron acto de aparición en el físico de Tarzán. Scott era el encargado de relevar a Lex Barker en las producciones de la RKO interpretando al personaje durante la segunda mitad de los años cincuenta. Después de esta etapa, viajó a Europa en pleno 'boom' del péplum donde tuvo la oportunidad de encontrarse con otro actor de excelentes pectorales, el míster culturista Steve Reeves.Cuando Jock Mahoney se estrenó en el personaje de Tarzán tenía ya una larga lista de películas de serie B en sus espaldas. El personaje en la pantalla entraba en una larga etapa de decadencia sustituido por otros héroes cinematográficos con licencia para matar y deportivos con artilugios mortíferos. A la vista del presente cinematográfico, cualquier tiempo pasado había sido sin duda mejor. Tarzán abandonaba la jungla africana por lugares cada vez más exóticos en busca de nuevas aventuras.Aunque la publicidad de la película animaba a ver a un Tarzán “como nunca antes se había visto en la pantalla”, la nueva reencarnación- protagonizada por Mike Henry, un antiguo jugador de fútbol americano- del mito romántico estaba más cerca de la belleza corporal de un Charlton Heston que del buen salvaje criado por los simios. El mito seguía en caída libre a pesar del sugerente título de la versión española como reclamo publicitario siguiendo la moda de la época.Ron Ely le devolvió cierta juventud que el personaje había perdido a lo largo de los años. Primero como héroe televisivo, Ron Ely aprovecharía la popularidad de la serie para hacer su debut en la pantalla en una serie de películas. Para entonces había ganado algunos kilos adelantándose a la moda futura de los “fofisanos”. Como otros actores, su carrera, como si se tratara de una maldición, quedaría marcada por el personaje.Al Tarzán de Miles O’Keeffe le tocó enfrentarse a la Jane menos recatada, con permiso de las veladas desnudeces de Margaret O’ Sullivan- de la serie de aventuras. Bo Derek era la encargada de acompañar al rey de los monos intentando revalidar su estatus como nuevo mito erótico gracias a la película '10. La mujer perfecta', aunque el público prefirió verla correr por la pantalla con aquel bañador carne y su peinado de trenzas africanas que contemplarla dando saltos en bikini por la selva.Adelantándose a la oleada revisionista de los mitos la nueva adaptación a la pantalla del héroe en taparrabos se presentaba como una vuelta de tuerca del legendario personaje. Para realizar la transformación se contó con un director como Hugh Hudson que acababa de triunfar con sus 'Carros de fuego' y un actor desconocido y de físico anti-Tarzán como Christopher Lambert. En el papel de Jane una debutante modelo llamada Andie MacDowell.El mito de Tarzán ya había merecido otras adaptaciones en clave de humor, entre ellas un inolvidable Totó, el cómico napolitano, como el rey de los monos paseándose por la Roma de los años cincuenta. Brendan Fraser probaba sus dotes para la comedia antes de embarcarse en la serie de ' La momia'. La película está basada en la serie de dibujos animados 'George of the Jungle', una parodia de Tarzán de la televisión americana.Ya se sabe que la leyenda jamás muere y para eso está un físico como Casper Van Dien, que aparte de figurar en todas las listas como uno de los tarzanes más sexy, era el encargado de hacer renacer al héroe en la pantalla. La operación resultó fallida y Casper Van Dien vería cómo su carrera poco a poco iba languideciendo.Último Tarzán de la saga cinematográfica que desde hace casi un siglo no ha dejado de asomarse a la pantalla. Un Tarzán del siglo XXI, Alexander Skarsgård, que desembarca con la ayuda de toda clase de efectos especiales, una Jane nada modosita interpretada por Margott Robbie y el villano más querido, Christoph Waltz. A la vista de los resultados de la taquilla, está por ver si habrá futuras secuelas o por el contrario, el mito volverá a entrar en un periodo de descanso y reflexión.