La muerte del gorila Bantú en México llega a la Cámara de los Diputados

El caso del gorila Bantú, que murió la noche del miércoles cuando iba a ser trasladado de la capital mexicana a un zoológico de Guadalajara, ha llegado hasta la Cámara de Diputados de México. Un grupo de manifestantes exige a las puertas del Congreso una investigación transparente, mientras se esperan los resultados de la autopsia. La muerte del gorila, que era el único macho en todo el país, se produjo por una complicación cardíaca en los momentos en que estaba sedado, según informaron las autoridades de la Ciudad de México.

La Secretaría de Medio Ambiente defiende que se siguieron los protocolos médico-veterinarios internacionales establecidos por la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos (AZA). Asociaciones animalistas y expertos ponen en duda el cumplimiento del protocolo. Marielena Hoyo, exdirectora del Zoológico de Chapultepec (Guadalajara), afirma que hubo fallos en la actuación médica: "no lo anestesió el médico responsable de grandes primates, sino otro médico". El gorila, de 1,75 metros de altura y 220 kilos de peso, nació en el zoológico y era el único gorila de tierras bajas occidentales en zoológicos de México.