Jennifer Aniston denuncia el acoso de la prensa
La actriz publica una carta en 'The Huffington Post' en la que critica con dureza a los medios y advierte del trato que sufren las mujeres
“Para que conste, no estoy embarazada. Lo que estoy es harta”. Así arranca Jennifer Aniston su carta abierta publicada en The Huffington Post donde carga con dureza contra el acoso al que se ve sometida diariamente por parte de la prensa del corazón. La proclama de la protagonista de Friends va más allá de quejarse por ser objeto continuo de comentarios sobre su supuesto embarazo, su vida amorosa o su forma física. Aniston, de 47 años, arremete también sobre una práctica continua que desde los medios de comunicación convierte a las mujeres en simples objetos con este tipo de informaciones. “Estoy harta de esta especie de deporte que es el escrutinio y la humillación física que sucede todos los días bajo la apariencia del periodismo, la Primera Enmienda (de la Constitución estadounidense) y las noticias de famosos", añadió.
Aniston, durante años entre las mujeres con mayor poder económico de Hollywood, se suma así al número cada vez más frecuente de estrellas que encuentran su voz en los medios de comunicación o en las redes sociales para dirigirse directamente al público. Así lo hizo Jennifer Lawrence cuando le fueron robadas y difundidas en la Red fotos personales sacadas de su teléfono móvil. O más recientemente el manifiesto que escribió Alicia Keys en la revista Lenny contra el maquillaje. “Ni en mi cara, ni en mi mente”, resumió en una carta abierta la cantante que no quiere seguir cubriendo las apariencias.
Aniston habla del acoso que lleva sufriendo desde que, casada primero con Brad Pitt y en la actualidad con Justin Theroux, saltó a la fama. Su figura, sus posibles embarazos o sus amoríos son semana a semana portada en la prensa del corazón. “Por la billonésima vez... ¿pero, quién lleva la cuenta?”, se permite bromear. La intérprete lleva sus comentarios más allá de la persecución de la que tanto ella como su marido son objeto, “acosados por docenas” de paparazis que a diario se plantan delante de su casa. “Si es que soy algún tipo de símbolo para los demás, lo que está claro es que soy un ejemplo de cómo nosotros, como sociedad, miramos a nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y compañeras”, explica.
"La cosificación y el escrutinio al que sometemos a las mujeres es absurdo y perturbador”, añade la actriz, preocupada no solo por su seguridad y la de aquellos que se pueden ver en medio de las continuas persecuciones de los fotógrafos, sino por toda una nueva generación de niñas, de mujeres, que a través de la prensa y mediante los artículos escritos sobre su figura están recibiendo el mensaje de que no son "hermosas" a menos que sean "increíblemente delgadas".
La carta de Aniston ya ha surtido efecto entre otras actrices, como Melissa McCarthy, que se han hecho eco de la protesta. “Es ridícula la presión que sufrimos por nuestra apariencia”, ha indicado la protagonista de Los cazafantasmas. “Cuando hablamos de un hombre decimos que es muy interesante o que escribe bien. Si es de una mujer, comentamos qué vieja se ve”, recordó la actriz en defensa de Aniston y su campaña contra la cosificación de las mujeres, vistas solo como objetos y valoradas por su apariencia física.
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