Mi pesadilla
Actuar es algo mágico, sobre todo cuando se proyecta la película y ves que, aunque es mala, tú estás muy bien
Esta noche tuve una pesadilla: Cristóbal Montoro me hacía un baile privado mientras yo le iba metiendo billetes de 50 euros en el tanga. Pero esa era, en realidad, la parte buena del sueño, lo desconcertante venía después: súbitamente todo desaparecía y de repente me encontraba en un plató de televisión sentado enfrente de un misterioso invitado, cuyo rostro permanecía oculto entre sombras.
- Empezamos en cinco segundos –me gritaba con voz chillona un regidor.
- Pero… ¿qué debo hacer yo? -preguntaba.
- ¡Pues entrevistarlo, joder! ¡Es un actor!
Carraspeaba, mirando a un lado y a otro y empezaba la entrevista. Curiosamente las preguntas me venían como dictadas mentalmente.
- Señor X, usted ha tenido mucho éxito. ¿Diría que le ha cambiado? ¿O sigue siendo el mismo?
- No… bueno… ahora que lo pienso no conservo ni un solo amigo de los que tenía y solo me rodeo de la gente que me baila el agua, pero no… Creo que sigo siendo el mismo en esencia.
- ¿Qué es lo que más le gusta de actuar?
- Actuar es algo mágico, sobre todo cuando se proyecta la película y ves que, aunque es mala, tú estás muy bien.
- ¿Cuál diría que ha sido el mejor momento en su carrera?
- Uy, no sé, muchos… Recuerdo una vez que le ofrecieron un papel protagonista a un amigo y yo intenté que me lo dieran a mí y al final no lo conseguimos ninguno de los dos… no sé, he vivido muy buenos momentos…
- Para terminar la entrevista ¿qué le gustaría hacer?
- Me gustaría actuar en una película donde saliera yo solo.
¡Qué cretino! Pensaba. Entonces, el personaje se levantaba y podía ver su semblante: ERA YO MISMO.
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