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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Ocho claves para prevenir y tratar la depresión

Prevenir la depresión disminuye la posibilidad de sufrirla hasta en un 50%.
Prevenir la depresión disminuye la posibilidad de sufrirla hasta en un 50%.Cordon Press.

La OMS vaticina que, en los próximos 20 años, la población afectada por depresión superará a la que sufre cualquier otro problema de salud en el mundo occidental. Pero las pautas para prevenirla disminuyen la posibilidad de sufrirla hasta en un 50%. Si se padece, el tratamiento tiene que ser de triple acción: medicamentos, psicoterapia y plan de vida. Y es importante saber que es necesario prolongar el tratamiento lo suficiente, no solo para evitar recaídas sino para facilitar la recuperación del enfermo.

1. ¿Qué es?

La depresión es una enfermedad que se cura, y cada paciente depresivo es único, pero el denominador común que sienten todos es el sufrimiento vital. Aunque este sufrimiento se concentra en la mente, también se puede sentir una opresión en el pecho o un dolor en cualquier otra parte del cuerpo.

2. ¿Cuáles son los síntomas?

Una tristeza sin esperanza; abatimiento y la pérdida de la actividad psicomotora; la soledad o la falta de comunicación y el desequilibrio de los ritmos cotidianos básicos como la alimentación y el sueño son los síntomas de las cuatro dimensiones de la depresión.

3. ¿Hay un solo tipo de depresión?

No hay un único tipo de depresión. La endógena, rebautizada como melancolía, está generada por una predisposición genética. La psicógena está originada por un factor intrapsíquico que normalmente arranca de vivencias infantiles frustrantes o amenazantes. La situativa surge como consecuencia de una situación adversa de carácter aflictivo como por ejemplo un duelo –muerte de un ser querido o ruptura de una relación sentimental o de amistad-, la sobrecarga emocional, la soledad o el aislamiento. La depresión somatógena es la producida por una alteración física o corporal; más del 50% de las personas con dolor crónico tienen un estado depresivo. Y el trastorno bipolar, asentado sobre una base genética, está reflejado en bruscas oscilaciones del tono vital en forma de exaltación o de hundimiento.

4. ¿Sabe reconocer el enfermo que tiene depresión?

Solo el 25% de los enfermos que acude al médico atribuye sus síntomas a la depresión. Otro 25% cree que tiene una enfermedad orgánica o un mal desconocido, y el 50% restante no sabe que está enfermo. Pero el trastorno depresivo en la población occidental se ha elevado del 5% al 9% en los últimos 60 años y afecta a todas las clases sociales.

5. ¿Qué no debe oír un enfermo con depresión?

Hay varias frases que pueden afectar a un depresivo, hasta el punto de hundirle más en la enermedad. Algunas de ellas son "debes poner de tu parte", "eres un desordenado y un vago", "te has vuelto un egoísta que solo piensas en ti mismo" y "eres un desconsiderado, apenas nos hablas".

6. ¿Cuáles son las frases que sí debe oír?

Se debe animar al enfermo a conservar el ánimo pues su enfermedad es curable y se puede recuperar, con frases como: "Si te encuentras con fuerzas puedes seguir realizando tu trabajo de siempre y si no, pide la baja". "Estamos a tu disposición para hablar y acompañarte". "Cuentas con nuestro apoyo incondicional para no caer en un comportamiento anárquico que te perjudique a ti y al resto de la familia".

7. ¿Cuál es la influencia del alcohol y el cannabis?

La depresión afecta al 30% de los alcohólicos, y el cannabis es una sustancia mucho más desequilibrante de lo que se cree, pues los porros originan estados depresivos o estados de euforia patológica. Ello se debe a que incide con particular intensidad sobre el tono vital.

8. ¿Cuáles son las pautas para prevenirla?

En cuanto al estilo de vida, hay que dedicar un tiempo suficiente a las relaciones personales y mantener un vínculo confidencial con al menos dos personas. Es también fundamental el desarrollo de una actividad física proporcional a las condiciones de la persona, a ser posible al aire libre, y que la alimentación sea ligeramente hipocalórica y aporte ácidos grasos de la familia omega-3.

Es, además, importante cultivar el pensamiento con la lectura o la meditación. Estas dos pautas actúan incrementando la densidad neuronal de la corteza cerebral, sobre todo en los lóbulos prefrontales, que es la parte del cerebro que más atrofia neuronal sufre con el estado depresivo. Y es muy importante mejorar nuestra actitud ante el estrés, que puede ser agudo (un acontecimiento infortunado) o la situación de sobrecarga emocional (estrés crónico).

Francisco Alonso Fernández (catedrático de Psiquiatría y Psicología) y Rosi Rodríguez-Loranca son autores del libro Depresión: todas las respuestas para entenderla y superarla, editado por la Editorial Lo Que No Existe.

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