Rompo una lanza
Son muchas las noticias que salen estos días en medios de comunicación acerca de aquellos chicos y chicas que, con un expediente brillante producto de mucho esfuerzo y estudio, han conseguido las mejores notas en la selectividad. Cada año estos chicos son entrevistados y puestos como ejemplo de alumnos modelo. Pero estoy muy en desacuerdo con esta práctica. Los chicos han obtenido notas muy elevadas y por ello merecen un enorme reconocimiento. Pero no debe ser extendida —y es este el error que muchos medios fomentan— la imagen de que la nota que los alumnos logren obtener determine aquello que son en la vida, que esa cifra fije los límites de aquello a lo que pueden aspirar o no. Por eso, y ya que el año pasado lo viví personalmente, rompo una lanza por todos aquellos estudiantes que a pesar de no haber tenido las más altas calificaciones tienen un valor humano enorme, una conciencia política y social, cívica y ciudadana madura y un conocimiento de la cultura general, arte, literatura y la situación de su país y su mundo que aunque no se refleje en sus notas para mí es la que vale de verdad.— Ivan Zalinkevicius Moretti. Alicante.
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