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CLAVES
Columna
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La incógnita

Mantener silencio sobre los pactos es seguramente la estrategia menos mala para el PSOE

Sandra León
Pedro Sánchez, durante su intervención en un mitin en Zaragoza.
Pedro Sánchez, durante su intervención en un mitin en Zaragoza.Javier Cebollada (EFE)

Los votantes socialistas son los más inseguros sobre qué va a hacer su partido tras el 26-J. ¿Debería el PSOE despejar dudas y anunciar si está o no dispuesto a pactar con Unidos Podemos? El silencio de Sánchez proporciona cierta ventaja al resto de partidos: estos disponen de un instrumento adicional de movilización (el Gobierno que anuncian como preferido) y sus electores se enfrentan a menos incertidumbre sobre qué alianza sostendrá su voto. A pesar de ello, mantener la incógnita sobre los pactos es seguramente la estrategia menos mala para el PSOE.

El 20-D los socialistas se dejaron algo más del 20% de sus antiguos votantes en Podemos y sus confluencias, casi tres veces más de lo que perdió a favor de Ciudadanos. Centrarse en los espacios electorales donde las fugas han sido mayores implicaría atraer al electorado de izquierda, pero no está claro que anunciar un pacto con Unidos Podemos ayudase a ello.

Según el CIS, más de la mitad de fugados socialistas el 20-D dicen haber votado a Podemos o a sus confluencias porque eran quienes mejor representaban sus ideas. Si la fuga responde a una mejor sintonía ideológica con los nuevos partidos y no solo a un castigo al PSOE, esos votantes no serán fáciles de recuperar. Atraerlos requiere, más que una promesa de pacto con UP, toda una legislatura de actividad parlamentaria donde las señas ideológicas del PSOE convenzan a quienes le abandonaron.

Podría argumentarse que el apoyo a una coalición de izquierdas evitaría que el PSOE tuviera más fugas. Sin embargo, el grupo de quienes hoy dudan entre votar al PSOE o a Podemos ha perdido algo de peso entre los indecisos en comparación con el 20-D. En esta campaña las dudas son mayores entre las opciones PSOE/Ciudadanos y PSOE/PP y la indefinición sobre los pactos quizás permite a los socialistas seguir siendo una opción entre indecisos de perfil moderado.

La incógnita del PSOE parece un lujo extraño en una campaña en clave poselectoral. La relevancia de este silencio será irrepetible en el futuro, pues los votantes podrán resolver su incertidumbre observando el historial de pactos que empiece a escribirse el 27-J.

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