12 fotosLos imprescindibles de la Feria del Libro, por génerosLos críticos de Babelia dan las claves para exprimir la Feria del Libro, de narrativa a poesía, de ciencia a música 27 may 2016 - 15:28CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn estos tiempos revueltos de valores mudables y efímeros, tal vez al lector le seduzca situarse en encrucijadas morales como las que le ofrecen dos novelas de maestros de la narrativa anglosajona, que despliegan tragedias cotidianas y dilemas éticos en los que el talento de sus autores nos obliga a implicarnos, La ley del menor (Anagrama), de Ian McEwan, y La guitarra azul (Alfaguara), de John Banville. De las deudas emocionales contraídas con una Europa doliente bajo el nazismo y de la paradoja de que recordar la guerra contribuye a la paz se ocupa la última novela de Claudio Magris, No ha lugar a proceder (Anagrama), cuadro neocubista con un triste Trieste de fondo, entre el horror y la redención. Un ejemplo de la narrativa considerada como un juego con la narrativa misma es el que ofrece el siempre travieso Frédéric Beigbeder en Oona y Salinger (Anagrama), un juego epistolar de historia-ficción que construye la relación que podrían haber tenido Salinger, aún anónimo y con un fusil en Normandía en vez de con un ejemplar de El guardián entre el centeno, y una niña bien que se casó con Charlot. Y les proponemos una novela más traducida del francés, Doble fuga de amor y muerte (Periférica), de Jean Legrand, amor intenso sin almíbar en 52 páginas, un descubrimiento en todos los sentidos. ¿Prefieren una narrativa impregnada de humor? Dos delicias, la vida cotidiana real contada por un chaval superdotado, Somos una familia (Tusquets), del italiano Fabio Bartolomei, y Cómo se hizo ‘La guerra de los zombies’ (Libros del Asteroide), una comedia muy seria de humor y absurdo de Aleksandar Hemon. Elena Ferrante simboliza el enigma: de la autoría, de la palabra y del sentimiento. La trilogía Crónicas del desamor (Lumen) es una invitación a adentrarse en el bosque emocional de su serie Dos amigas. Y un viaje a París siempre es un regalo, y si vamos de la mano de Louis Aragon y regresamos a la ciudad luz en los oscuros felices veinte, el regalo es doble: El aldeano de París (Errata Naturae), un mirada poética al mundo que nos contempla. Y para acabar, cuatro propuestas. La última novela de la premio Nobel Toni Morrison, La noche de los niños (Lumen), una elegía a la mujer y a la raza negra en un mundo amenazador; los viajes narrativos del holandés Cees Nooteboom, El azar y el destino. Viajes por Latinoamérica (Siruela); Las manos de los maestros. Ensayos selectos (Literatura Random House), del Nobel Coetzee, una recopilación de perspicaces ensayos sobre Faulkner, Gordimer, Lessing o Philip Roth, de lo más granado de la narrativa contemporánea; y La bailarina de Izu (Seix-Barral), del Nobel suicida japonés Kawabata, un volumen misceláneo autobiográfico y perturbador que infunde respeto. Si lo anterior no les convence, piensen que tienen a su disposición la última novela del proto-Nobel DeLillo, Cero K (Seix Barral), y las tentadoras novelas del Nobel Modiano. Y siempre pueden disfrutar con Sobre la lectura (Cátedra) de Proust, un clásico cada vez más joven.JAVIER APARICIO MAYDEUEn esta minirruta esperamos que el relumbrón amarillo de las Cinco esquinas, de Vargas Llosa, o la milagrosa síntesis de crítica y suspense de Eduardo Sacheri en La noche de la usina, Premio Alfaguara, no opaquen la singularidad de otros autores. Incluso de otras editoriales que se esfuerzan por dar a conocer una literatura que cada vez cuesta más agrupar bajo el marbete de “lo latinoamericano”. Por su riqueza y complejidad. Así, en Los niños muertos (Demipage), Richard Parra, enfocando la Lima depauperada, da forma literaria a las razones políticas y económicas para la existencia de la carne de cañón; su estilo es nítido, ágil y de una mansa violencia llena de naturalidad. Demipage es uno de esos sellos que nos hacen llegar otras miradas. Como Eterna Cadencia, donde aparece Fruta podrida, de la chilena Lina Meruane: con lirismo feroz nos ofrece una imagen poco alentadora sobre el nexo entre capitalismo y enfermedad. Otra chilena, Yosa Vidal, se atreve a componer una novela picaresca, El Tarambana (Mármara), en torno al golpe de Pinochet. Anagrama da voz a dos argentinos excepcionales: Martín Kohan, que deslumbra con su concepción de la negrura en Fuera de lugar, y Mariana Enríquez, que en los relatos de Las cosas que perdimos con el fuego busca el rostro político del género de terror y lo encuentra en la historia argentina: fantasmas, niños de la calle y las adolescentes de un cuento buenísimo —‘Los años intoxicados’— nos ponen los pelos de punta. También destaca la pesadilla de armas químicas y cárceles de Las visiones, del boliviano Edmundo Paz Soldán (Páginas de Espuma). En Random House sobresale Las tierras arrasadas, de Emiliano Monge, una road novel que con estilo arisco visibiliza la trata de personas en las fronteras mexicanas, esclavos en el mejor de los mundos. También en Random, Sudor, de Alberto Fuguet, presenta una aguda disección del campo literario. Como De los otros (Sexto Piso), donde, con humor, Mariano Peyrou se atreve a hacer afirmaciones sobre el estado de la cultura. Y de los culturetas.MARTA SANZLa rueda de las vidas escritas sigue girando. Anagrama nos propone dos relatos autobiográficos diametralmente opuestos: El grupo, de la periodista y viajera Ana Puértolas, es una evocación coral de su pasado juvenil, maoísta y dogmático, mientras la vida española se sumergía en las aguas de un ingenuo consumismo. Al otro extremo, Karl Ove Knausgård muestra el apoliticismo más completo en la nueva entrega de su épica solitaria, Bailando en la oscuridad, un relato de su juventud cargado de autohumillación masculina. Libros del Asteroide recupera un clásico de los Cultural Studies, Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, de la afroamericana Maya Angelou, una historia de poesía y dolor en una ciudad sureña marcada por la segregación. Dos aportaciones biográficas merecen reseñarse. La nueva biografía de Jorge Semprún, Ida y vuelta (Debate) escrita por Soledad Fox Maura, autora de un estudio crítico, imprescindible, sobre Constancia de la Mora. El año de Cervantes nos deja valiosas aportaciones. Muy estimulante resulta la biografía “mental” del profesor Jordi Gracia, Miguel de Cervantes. La conquista de la ironía (Taurus), haciendo suyo el desafío lanzado por Américo Castro. Según el maestro, para entender al autor del Quijote había que proceder “de dentro a fuera, y no al revés”. Y por último, una pieza fetichista: el libro Conversaciones con Arthur Schopenhauer (Acantilado), preparado por un experto en la obra del pensador alemán, Luis Fernando Moreno Claros. No tiene el carácter compacto de las Conversaciones con Goethe, pero los testimonios rescatados proporcionan una gratísima lectura trufada de pequeños detalles que acercan al fundador de la escuela pesimista.ANNA CABALLÉEn 2016 han llegado a las librerías nuevas ediciones de clásicos, es decir, de obras cuya garantía de calidad es su perdurabilidad. La editorial Alba, que goza del máximo prestigio en este campo, llega con una de las grandes novelas de Dostoievski: Los demonios, la historia de una célula terrorista basada en el asesinato de un joven revolucionario a manos de sus compañeros. La novela pasa de ser una entretenida comedia coral de costumbres a convertirse en un drama de enorme fuerza. En cuanto a Iván Turguénev, Alba viene publicando todas sus novelas cortas y faltaba En vísperas, protagonizada por una joven con cuatro pretendientes. Yelena es una mujer independiente que al escrutar a sus pretendientes escruta el mundo, por lo que no deja de ser una alegoría de la Rusia que se dirigía hacia un cambio social a finales del siglo XIX. Pre-Textos publica el texto íntegro y en excelente traducción de una novela extraordinaria y casi desconocida en España. Victor Hugo concibió una trilogía que quería ser una interpretación histórico-filosófica de la revolución y que debía de tratar, respectivamente, de la aristocracia, la monarquía y la revolución. El hombre que ríe responde a la primera del plan, la segunda no llegó a escribirse y la tercera es El 93, ambientada en la época del Terror. Hugo es el maestro de lo que llamamos “narrador omnisciente” y su novela una muestra soberbia. Y entre la aristocracia y el Terror, es imprescindible la recuperación de la novela de aventuras La Pimpinela escarlata (Random House), de la baronesa Orczy. Las aventuras de sir Percy y sus compañeros rescatando aristócratas de las manos del malvado Chauvelin son inolvidables. De finales del XIX y principios del XX nos llega, en primer lugar, la culminación de esa formidable edición crítica de todo Sherlock Holmes en nueve volúmenes llamada El Canon (Valdemar), que se cierra con El archivo de Sherlock Holmes. Y un clásico, ya, es también Somerset Maugham, viajero y maestro del relato, del que se ofrece una espléndida antología: Lluvia y otros cuentos (Atalanta).JOSÉ MARÍA GUELBENZULa ciencia-ficción es el único ámbito narrativo donde una elipsis de 5.000 años puede ser antes gesto de legítima ambición que desnortada imprudencia. Ese es el gran golpe de efecto de la caudalosa Seveneves (Ediciones B), de Neal Stephenson, trabajo con conciencia de género (femenino) donde el apocalipsis es principio y no final. No menos atrevido es David Mitchell en Relojes de hueso (Literatura Random House), que hace equilibrismos entre el realismo y la fantasía desbordada y suma al reto un singular efecto retroactivo: en el intrincado —e interconectado— universo literario de Mitchell, muchas obras que, en su día, consideramos realistas mutan en fantásticas a través de sus conexiones con este trabajo. El conflicto (intergaláctico) que provoca un concurso bautizado, de manera harto arrogante, como Miss Encanto Sideral da la medida del sentido del humor que el maestro de la paranoia Richard Matheson sabía introducir, a menudo, en su ficción breve. Pesadilla a veinte mil pies y otros relatos espeluznantes (Gigamesh), segundo volumen de la integral de sus relatos, es imprescindible. Como lo son las pesadillas abstractas, atravesadas de simbolismo filokafkiano, de Thomas Ligotti en Teatro Grottesco (Valdemar), quizá la más adecuada pareja de baile (macabro) para la exquisita edición ilustrada de Los cantos de Maldoror (Valdemar), del Conde de Lautréamont, de la misma editorial. Despedir a un maestro como Terry Pratchett con la póstuma La corona del pastor (Fantascy); calmar la espera de la saga madre de George R. R. Martin con los relatos de El caballero de los Siete Reinos (Gigamesh) o con La misión del bufón (Fantascy), de Robin Hobb; redescubrir la seducción transgresora de los Libros de sangre (Valdemar), de Clive Barker, o entregarse a la iniciación esotérica de Mystic Topaz (Valdemar), de Pilar Pedraza, son otras atractivas posibilidades de extravío para el amante de lo fantástico.JORDI COSTAAtalanta publica una magnífica traducción del filósofo Juan Arnau de una obra señera de la ancestral filosofía de India: la Bhagavadgita. Legendaria leyenda que responde a las preguntas esenciales de la vida y revela la lección siempre vigente de cómo manejarse en el mundo contando con la trascendencia que ilumina a los seres vivos. Hermida Editores presenta Tratados de la desesperación, de Pascal. Una selección muy asequible de sus célebres Pensamientos a cargo de Gonzalo Torné. Ante la duda del más allá, Pascal apostó por vivir como si hubiera una recompensa ultraterrena a la virtud. Otro pensador de la vida feliz fue Henry David Thoreau. Errata Naturae publica Un paseo invernal, enjundiosas reflexiones sobre la vida serena e integrada con la naturaleza. De otro paseo, pero por Madrid, trata el libro de Agustín Serrano de Haro: Paseo filosófico en Madrid. Introducción a Husserl (Trotta), que recrea una conversación sobre Edmund Husserl, el divulgador de la fenomenología, entre Xabier Zubiri y José Gaos mientras caminaban por la Castellana para asistir a una conferencia de Ortega. De la filosofía como diálogo y comprensión de las diferencias trata el hermoso libro del joven filósofo Carlos Fraenkel, Enseñar Platón en Palestina (Ariel). Armado con su afán de divulgar lo mejor de la sabiduría de Occidente, Fraenkel se reunió con personas de culturas y credos distintos para buscar puntos de encuentro. En el entendimiento y la comprensión basó sus reflexiones Hannah Arendt, de quien Página Indómita publica La última entrevista y otras conversaciones, que tratan de la vida centrada en el pensamiento. Javier Gomá presenta sus “microensayos completos” en Filosofía mundana (Galaxia Gutenberg). Son estampas cotidianas que animan a tomarse la vida con “filosofía” y cierta ligereza. Robert Zimmer propone en La filosofía como gimnasia mental (Ariel) un acercamiento didáctico pero profundo al mundo de la filosofía.LUIS FERNANDO MORENO CLAROSAtalanta publica una magnífica traducción del filósofo Juan Arnau de una obra señera de la ancestral filosofía de India: la Bhagavadgita. Legendaria leyenda que responde a las preguntas esenciales de la vida y revela la lección siempre vigente de cómo manejarse en el mundo contando con la trascendencia que ilumina a los seres vivos. Hermida Editores presenta Tratados de la desesperación, de Pascal. Una selección muy asequible de sus célebres Pensamientos a cargo de Gonzalo Torné. Ante la duda del más allá, Pascal apostó por vivir como si hubiera una recompensa ultraterrena a la virtud. Otro pensador de la vida feliz fue Henry David Thoreau. Errata Naturae publica Un paseo invernal, enjundiosas reflexiones sobre la vida serena e integrada con la naturaleza. De otro paseo, pero por Madrid, trata el libro de Agustín Serrano de Haro: Paseo filosófico en Madrid. Introducción a Husserl (Trotta), que recrea una conversación sobre Edmund Husserl, el divulgador de la fenomenología, entre Xabier Zubiri y José Gaos mientras caminaban por la Castellana para asistir a una conferencia de Ortega. De la filosofía como diálogo y comprensión de las diferencias trata el hermoso libro del joven filósofo Carlos Fraenkel, Enseñar Platón en Palestina (Ariel). Armado con su afán de divulgar lo mejor de la sabiduría de Occidente, Fraenkel se reunió con personas de culturas y credos distintos para buscar puntos de encuentro. En el entendimiento y la comprensión basó sus reflexiones Hannah Arendt, de quien Página Indómita publica La última entrevista y otras conversaciones, que tratan de la vida centrada en el pensamiento. Javier Gomá presenta sus “microensayos completos” en Filosofía mundana (Galaxia Gutenberg). Son estampas cotidianas que animan a tomarse la vida con “filosofía” y cierta ligereza. Robert Zimmer propone en La filosofía como gimnasia mental (Ariel) un acercamiento didáctico pero profundo al mundo de la filosofía.ESTRELLA DE DIEGODecía Monterroso que hay que ser más inteligente que el lector para que el lector se sienta más inteligente que el escritor. Algo parecido se pregunta Frans de Waal en su¿Tenemos suficiente inteligencia para entender la inteligencia de los animales? (Tusquets). Ameno y riguroso, este primatólogo avanza un paso más. Gracias a él sabíamos que la compasión, nacida de la empatía, nos venía impresa en el cerebro y nosotros la desarrollábamos igual que los chimpancés. Ahora nos muestra que, además de “hola”, los animales saben decir “adiós”, que “no están atrapados en el presente”. Por cierto, a su pregunta del título, “la respuesta corta es sí, pero nadie lo diría”. Esa capacidad para entender, o no, es imprescindible si queremos observar El mundo como obra de arte, (Crítica) del Nobel de Física Frank Wilczek. En esta obra trata de responder a una pregunta aparentemente sencilla: “¿Encarna el mundo ideas bellas?”. Se trata de una pregunta pertinente para un físico y para un matemático acostumbrados a juzgar la belleza —y la certeza— de las teorías por la elegancia de las fórmulas que las sostienen. Y lo elegante aquí es sinónimo de bello. Y volvemos a la inteligencia, esta vez aplicada al día a día. Vamos a comprar mentiras. Alimentos y cosméticos desmontados por la ciencia (Cálamo) es una rigurosa y divertida excursión al supermercado, un establecimiento en el que lo natural y lo que tiene ciencia compiten en bondad. Con humor, José M. López Nicolás denuncia el uso de la ciencia como publicidad, aunque no haya nada de ciencia en esos productos. Léase antes de ir a la compra. Y así como estos productos sin ciencia gozan de buena fama, las pobres bacterias, bichitos imprescindibles para la vida, tienen mala reputación. Para salvar su honor, David G. Jara ha escrito Bacterias, bichos y otros amigos (Ariel). Frente al uso de “químico” como epítome de lo negativo, Jara muestra que pocas cosas hay tan naturales como los procesos bioquímicos en los que intervienen las bacterias. Que lo desmientan el queso y el vino.ANTONIO CALVO ROYSiguen saliendo volúmenes sobre los Beatles y demás gigantes del pop. Ningún problema: cada equis años urge contar las grandes historias; paradójicamente, la abundancia de información tiene efectos de cabeza borradora. Pero resulta igualmente indispensable investigar sobre la historia musical española, víctima de tantos tópicos. En¡¡Bienvenido Mr. USA!! (Editorial Milenio), Ignacio Faulin ha transformado su tesis doctoral en una entretenida aproximación a la presencia de la música estadounidense en España, desde el siglo XIX a 1955, cuando irrumpe el rock and roll y crece la industria discográfica nacional. La sorpresa: ni siquiera con el desastre de 1998 se cortó el flujo de bailes y melodías made in USA; como en el resto de Europa, la fascinación por las modas estadounidenses equivalía a cosmopolitismo. El monumental Zaragoza 60’s (Heraldo de Aragón) es un trabajo de pico y pala. Matías Uribe ha establecido las discografías y biografías de los pioneros locales del rock & roll, el twist y demás ritmos modernos. La particularidad zaragozana es que de allí surgieron numerosos solistas, a diferencia de otras capitales donde dominaron los grupos, perdón, los conjuntos. Con generoso material gráfico, aquí está todo lo que se necesita saber sobre Rocky Kan, Chico Valento, Elia Fleta o Luisita Tenor. En línea con los tomos que destripan determinados discos, Mediterráneo (Efe Eme) cubre el elepé que contiene la canción más duradera de Serrat. En realidad, el libro de Luis García Gil tiene mayores ambiciones: explora las conexiones literarias y musicales, estudia las versiones posteriores y refleja las vivencias de artistas, periodistas e incluso esos aficionados que viajan a Calella de Palafrugell, lugar de gestación de lo que se ha convertido en himno multigeneracional. García Gil se está convirtiendo en el nuevo gran especialista en los cantautores: también acaba de publicar Aute. Lienzo de canciones en Milenio.DIEGO A. MANRIQUELejos de las colas de los todofirmantes, son los peces exóticos en las casetas del Retiro. Sin embargo, ahora puede sacar al género pobre del ángulo oscuro. Si lo ve medio lleno: En torno a Basho y otros asuntos, de Rafael Cadenas. Si lo ve medio vacío: Viaje a la nada, de Elsa López. Si quiere ser árbol sensitivo: Corteza de abedul, de Antonio Cabrera. Si se conforma con las alas: Memoria del pájaro, de Jesús Montiel. Si busca la escondida senda: Ser el canto, de Vicente Gallego. Si encuentra un muro con inscripciones: Afro, de Guillermo López Gallego. Si se pierde en el radio de una circunferencia: Contra las cosas redondas, de Jesús Jiménez Domínguez. Si nació “en un país cruel e incomprensible”: Carrusel, de Ioana Gruia. Si creció en la Europa de las dos velocidades: Una paz europea, de Fruela Fernández. Si se considera un apocalíptico integrado: Balada en la muerte de la poesía, de Luis García Montero. Si está planeando el crimen perfecto: Alevosía, de Miguel Ángel Arcas. Si no teme al lobo feroz: Que viene el lobo, de Itziar Mínguez Arnáiz. Si confía en el poder terapéutico de la catarsis: Canal, de Javier Fernández. Si confía en la metamorfosis de una metáfora: La fruta de los mudos, de José Luis Rey. Si no confía en nada: Diario de un puretas recién casado, de Víctor Peña Dacosta. Si cree que las antologías aún tienen futuro: Re-generación, de José Luis Morante, y Nacer en otro tiempo, de Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina. Si cree que el presente se escribe en singular: La cuarta persona del plural, de Vicente Luis Mora. Si le gusta poner toda la carne en el verso: Dominio, de Rafael Fombellida. Si para usted la poesía es “ese otro bosque / en el que las palabras / son Dios de nuevo”: Memoria, de Juan A. González Fuentes. Si siempre se sube a las atracciones más altas: Poesía completa, de Manuel Vilas. Si nunca se quema en los incendios: Fuera de sitio, de Antonio Lucas. Con algunos libros nos duele el corazón y en la Feria nos duelen los pies. A mí me suena a hit.LUIS BAGUÉ QUÍLEZJohan Huizinga escribió que ninguna disciplina tenía sus portales tan abiertos al público en general como la historia. Y algunos de los libros publicados en los últimos meses constituyen un excelente ejemplo de eso. La historia está cargada de mitos, aunque muchas veces no se encuentren pruebas para sustentarlos, y así lo recuerda José Álvarez Junco en Dioses útiles (Galaxia Gutenberg), su repaso a las teorías y construcción histórica en torno a las naciones y los nacionalismos, donde intenta explicar el caso español en términos comparados. Historia narrada con buen pulso, sin olvidar el análisis, que es lo que hace siempre tan bien este autor. Resumir la guerra de 1939-1945 en menos de 200 páginas no es tarea sencilla, pero Gerhard L. Weinberg la borda en La Segunda Guerra Mundial (Crítica), partiendo de todos los conocimientos en investigaciones que había anticipado en su monumental Un mundo en armas. Durante esos años de violencia y genocidio, cerca de 48.000 españoles combatieron en la División Azul. Xosé M. Núñez Seixas realiza en Camarada invierno (Crítica) una disección de quiénes eran, cuáles eran sus motivos y sus percepciones sobre la Alemania nazi y la Rusia soviética. Una historia basada en cartas, diarios y memorias, la mirada cotidiana de quienes vivieron aquella segunda cruzada contra el comunismo. Fuera de Europa hubo también grandes masacres, aunque nuestra mirada occidental no les preste demasiada atención, e Iris Chang narra en La Violación de Nanking. El holocausto olvidado de la Segunda Guerra Mundial (Capitán Swing) la que tuvo lugar en diciembre de 1937, cuando el Ejército japonés entró en la entonces capital de China, Nanking, y asesinó a más de 300.000 civiles. Tampoco cesa la literatura sobre la España más reciente. Hay para elegir, según los intereses de los lectores, que puede ser el Frente Popular, en la interpretación y relato detallado que 80 años después ofrece José Luis Martín Ramos en El Frente Popular. Victoria y derrota de la democracia en España (Pasado & Presente); la represión económica y el castigo que el franquismo aplicó a una buena parte de la sociedad gallega, objeto minucioso de estudio de Julio Prada Rodríguez en Marcharon con todo (Biblioteca Nueva); La primavera de Múnich (Tusquets), como denomina Jordi Amat en su excelente narración a lo que la dictadura de Franco bautizó en 1962 como el contubernio; el uso que los vencidos en la Guerra Civil hicieron de las coplas de Conchita Piquer, una original investigación de Stephanie Sieburth —Coplas para sobrevivir (Cátedra)—, muestra del vigor de los estudios culturales en los hispanistas más jóvenes; o el pormenorizado análisis de la izquierda radical durante la Transición por parte de Gonzalo Wilhelmi en Romper el consenso (Siglo XXI). Y aunque tiene ya casi tres décadas, aparece una nueva edición de Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. Historia oral de la guerra civil española (Crítica), la magistral obra de Ronald Fraser, la mejor guía para descubrir las historias escondidas de la guerra, más allá de mitos y disputas sobre las causas y responsables del acontecimiento central de la historia de España en el siglo XX. Historias de gente común, de grandes acontecimientos políticos, de guerras y violencia. En grandes pinceladas y en miniatura. Para que los lectores decidan.JULIAN CASANOVAMira que nos han contado veces desde la novela histórica el final de la República romana y el principio del Imperio, el asesinato de César, la guerra civil, el ascenso de Octavio. Pues bien esta temporada tenemos un título magnífico que cubre esa época con rigor y al mismo tiempo con vibrante tono narrativo: El hijo de César, de John Williams. Es una novela escrita con el viejo sistema de las cartas y textos cruzados de Los idus de marzo, de Thornton Wilder, pero que funciona de maravilla y nos ofrece un retrato muy convincente, polifónico y apasionante de Augusto (es un buen companion de ficción para el SPQR, de Mary Beard). La publica un sello que está ofreciéndonos muy buenas novelas del género, la editorial Pàmies: anoten también de ella Una costa lejana, de Nick Brown, parte de una serie sobre el servicio secreto romano en el siglo III, se desarrolla en buena parte en el mar y ofrece una asombrosa descripción del Coloso de Rodas abatido en el puerto de la isla. Si hablamos de novelas de romanos hay que recomendar por supuesto La legión perdida, el tour de force con que cierra Santiago Posteguillo su monumental trilogía sobre Trajano (Planeta). Y otra que se disfruta muchísimo, Hermanos de sangre, la última entrega (XIII) de las aventuras de Cato y Macro del gran especialista británico Simon Scarrow (Edhasa). Sin salir de esa editorial, otros títulos interesantes: La cofradía, de Emilio Lara, sobre una operación secreta española para desestabilizar Irlanda en apoyo de la Armada Invencible (un tema digno de El ministerio del tiempo), y Atahualpa, de Daniel Larriqueta, que nos narra la vida del último emperador inca y nos explica pormenorizadamente las intrigas y miserias que rodearon su ejecución tras dejarse bautizar para que no lo quemaran en la hoguera. Y para finalizar, El Zohar de Barcelona, un thriller que mezcla a Gaudí, la cábala y los nazis en la capital catalana de la Guerra Civil, a cargo del historiador Xavier Hernández, valor seguro (Capital Books).JACINTO ANTÓN