El 'populismo' de Nacho Vegas toma los escenarios
El asturiano toca en las fiestas de San Isidro de Madrid. Charlamos con él en torno a lo popular y lo populista
La acción colectiva y el folklore atraviesan las Canciones populistas del cantautor, desde Canción para la PAH (inspirada en un poema de Gloria Fuertes) hasta el “Nos quieren en soledad, nos tendrán en común” de Runrún. Nacho ya no se regodea en la miseria desde La Plaza de la Soledad. Ahora se cuela en sucursales bancarias con el Coro Al Altu La Lleva, que le ha acompañado en la gira, en una acción contra los desahucios que denominaron “Joda a la banca”. Este concierto cierra el ciclo iniciado con Resituación, en una reflexión sobre las relaciones entre música y sociedad encendida por la acción colectiva post-15M.
¿Dónde acaba lo popular y empieza lo populista? ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué es tan importante la reivindicación?
Creo que la música que hacemos ya es popular, por naturaleza. Sin embargo la dimensión populista es una decisión consciente, que tiene que ver precisamente con cómo se transmitía esa música popular: de una forma muy sana, muy horizontal; eso es algo que me parece importante recuperar. Ahora mismo la música está supeditada al mercado, y esa capacidad de difusión fuera de las esferas de poder se está perdiendo. Siempre ha habido circuitos cerrados, patrocinados por los poderosos, claro, pero hay que recuperar los demás espacios, los del pueblo.
"Ahora mismo la música está supeditada al mercado, y esa capacidad de difusión fuera de las esferas de poder se está perdiendo"
En tu prólogo a Indies, hipsters y gafapastas decías que la música podía ser política no sólo activamente, sino también por omisión (“El arte no es política sólo en su versión antagonista o de denuncia, sino que lo es también por omisión o asunción del discurso dominante”). ¿Ha sido el indie español aznarista por omisión?
Lo cierto es que si te fijas en las fechas coinciden casi exactamente, ¿no? La explosión del indie coincide con la primera legislatura del Partido Popular. De todas formas, es como todo: la música es hija de su tiempo, pero no es uniforme. En el indie había también una corriente muy crítica, muy contestataria, pero pasa como en la movida: los grupos que al final se ensalzan en la crónica cultural que construyen los grandes medios de comunicación no son esos, sino los que no contestan. En este caso, los que se mantenían fuera de la política. Y al final lo que se ve es lo que ha aceptado ese orden, ¿no? Lo consumista, lo hipster.
Y ese hipster, ¿es el de Mi novio es bobo?
(Risas) Sí, bueno, no lo había pensado, pero quizá sí, podría serlo. En realidad el objetivo con esta canción no era tanto el retrato del novio o la crítica, aunque por supuesto está ahí, como el ejercicio de escribir desde el otro punto de vista [interpretada por Fee Regas, está escrita desde el punto de vista de una mujer].
"Al final todos caemos en gestos machistas sin darnos cuenta"
¿Por qué escribir desde el punto de vista femenino en lugar de hacerlo desde la masculinidad, no es una contradicción escribir por alguien a quien quieres dar voz?
Me parecía una forma interesante de cambiar del punto de vista, de que quedara claro que no era yo. Pero sí, es posible que sea un acto machista. Al final todos caemos en este tipo de gestos sin darnos cuenta.
Has comentado que, de haberla grabado más tarde, el protagonista de Ámenme, soy un liberal (la reinterpretación de la canción de Phil Ochs Love me, I’m a liberal - músico que Vegas ha querido recuperar como la otra cara del fenómeno Dylan, un cantautor coetáneo muy implicado en la crónica política de su época) presidiría un partido que empieza por C y no por P. ¿Para cuándo una canción para Albert Rivera? ¿Qué le dirías?
Sinceramente, creo que no podía haber una más apropiada que esta. De hecho, en directo ya le cambio la inicial. Es curioso, porque en parte tengo la sensación de que se ha adelantado a los acontecimientos, como si fuera premonitoria.
En la promoción de Resituación no creías que se pudieran cambiar las cosas desde dentro, decías que el sistema te fagocitaba. Has estado en actos de campaña, y has hablado de ilusión con la remontada de Podemos. ¿Qué ha cambiado?
Bueno, pues que poco a poco vas viendo el cambio, ¿no? He conocido a mucha gente que está luchando, que se implica. Ves a la gente volviendo a hablar de lo colectivo, de lo común...
En lo musical, de la presentación del EP que hizo el asturiano destaca la compañía del coro Al Altu La Lleva, “Pasar de estar solo a ir con diecisiete personas es una diferencia que se nota”. Una metáfora audiovisual del salto desde la autodestrucción solipsista al canto por la acción colectiva que ha recorrido el cantante hasta el momento actual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.