Cuando el recorte del gasto llega a los diputados

El Partido Socialdemócrata portugués (PSD) ha presentado en el Parlamento una iniciativa para que la Cámara reduzca el número de sus diputados. En la actualidad son 230 y la Constitución exige que no sean menos de 180. La idea del PSD es que la Asamblea de la República se quede en torno a los 181, una reducción del 20% de sus puestos de trabajo, lo que sería uno de los ERE político-laborales más inéditos no solo de la cuarentona democracia lusa, sino también de todo el territorio de la Iberia.

La iniciativa del ERE no es nueva, dice el hoy en la oposición PSD. Lo quiso hacer durante sus cuatro años de gobierno, pero como estaba en coalición con el derechista CDS, ¡ay!, no podía, se excusa. El Partido Socialista, que gobierna ahora, ya ha anunciado que para nada un ERE a la Asamblea, aunque cuando estaba en la oposición sí que lo planteó. Fue una idea de António Seguro, anterior secretario general del PS. No fue más allá porque fue defenestrado —democráticamente, claro— antes de que siguiera por ese camino. La propuesta del PSD, primer grupo parlamentario, necesita el voto favorable de dos tercios de la Cámara, con lo que resulta imposible que prospere sin el beneplácito del PS, que no se lo va a dar porque su Gobierno pende de los hilos del Partido Comunista y del Bloco de Esquerda, a quienes el ERE les dejaría en la mitad. Las respuestas no se han hecho esperar y suenan con el eco del país vecino. ¡Oh!, reducir diputados es reducir democracia. Pues pongamos 10 millones de diputados-ciudadanos y la tendremos perfecta, se podría contestar.

Con una deuda por las nubes, la Comunidad Europea y el FMI le afean cada trimestre a Portugal que no reduzca su gasto público y que siga aumentando impuestos para pagar la nómina nacional. En este campo, su única medida ha sido el 2<SC199,117>1, la sustitución de un funcionario por cada dos jubilaciones, pero a los políticos no les afecta. Así que es mucho más fácil que los ciudadanos de Leicester vean otra vez ganar a su equipo la Liga inglesa a que triunfe el ERE sobre los diputados portugueses.