Frenar el acoso
Muchos niños y adolescentes sufren a diario el acoso escolar, el bullying. El acoso puede darse mediante maltrato físico, psicológico o verbal y así ocurre que en muchas ocasiones las palabras hacen más daño que los puñetazos. Las consecuencias son más graves de lo que se puede llegar a imaginar. Muchos de quienes lo sufren llegan a plantearse la idea del suicidio y algunos lo llevan a cabo. Hay que concienciar a la sociedad, desde edades tempranas, del daño que se puede causar, de lo que puede llegar a sufrir un niño con un empujón y tres insultos cada día. Es responsabilidad de centros educativos, padres y compañeros del colegio el evitar que el bullying siga existiendo.— Pilar Gómez Juárez. Alcorcón (Madrid).
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