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Tentaciones

Celebramos el Día del libro con Mario Vaquerizo

En el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, conversamos con el polifacético marido de Alaska sobre'Vaquerizismos', otros títulos fetiche y autores vetados en su biblioteca

Natural y casual, en su chesterfield rojo, Mario se ilustra y se gusta mientras lee.
Natural y casual, en su chesterfield rojo, Mario se ilustra y se gusta mientras lee.Rafa Suñén

Hasta hace poco, el portal inmobiliario Fotocasa usaba a Alaska y Mario como reclamo inmobiliario para publicitar una buhardilla en venta en la calle Libreros de Madrid. "¿Quieres ser su vecino?", rezaba el anuncio. Lo que pasó fue que acabaron comprándosela ellos. Una adquisición que viene a completar el particular condominio –ya van tres pisos– que la pareja se ha ido construyendo en dicho inmueble. "El ladrillo siempre queda", dice su propietario, que hoy nos recibe en la recién inaugurada casa-biblioteca del cuarto (ascensor nuevo mediante).

No es la única novedad. Mario acaba de publicar un nuevo libro –también van tres– titulado Vaquerizismos (Espasa) en el que plasma, haciendo gala de su habitual discurso saltarín, lo que él mismo califica de "lo que sale del coño". Esto es, todas aquellas cosas que aunque ya tengamos más que sabidas sobre él –como lo que más le gusta de la fama o lo que piensa de quienes le critican–, nunca está de más que nos las vuelva a recordar.

La culpa es del Barça. Pau Soler eligió su nombre artístico viendo un partido tan malo. En un principio, Mario quiso "copiarle a Andy Warhol lo de los diarios; irle contando mi día a día durante todo un año a Miguel, 'la Favo' [también conocido como Nancy Reagan en su grupo, Nancys Rubias], que hoy por hoy es mi mejor amiga. Pero Olvi, que es muy cauta, me dijo: 'Cuando Warhol sacó eso ya estaba muerto. Y cuando decía que Jerry Hall olía mal, ya nadie podía decirle nada, pero tú, con la incontinencia verbal que tienes...".

Así que Vaquerizismos acabó siendo un compendio de artículos sobre el que su autor pide perdón... a medias. "En el fondo soy muy pudoroso y tengo miedo a que piensen que yo quiero introducirme en un terreno que no es el mío".

P: Pero si la gente lo va a pensar de cualquier manera, ¿qué necesidad tienes tú de justificarte?

R: Ya, si en realidad estoy hasta el coño de hacerlo. Da la casualidad que tengo facilidad para escribir, sé lo que quiero contar y lo que quiere el público... y lo mejor es que funciona. Los libros se venden, la editorial está contenta y yo gano dinero.

Pero como esta sección se titula No puedo vivir sin... y Mario ha escogido aparecer no con su libro sino con todos los que su nueva biblioteca atesora, esta acaba robándole su justo protagonismo. "Esta biblioteca se hizo porque Alaska quería tener su biblioteca inglesa. Como la de la Casa Rosa se nos había quedado pequeña tuvimos durante cuatro años toda nuestra colección de libros en cajas guardadas en un guardamuebles de Guadalajara. Y mira, te digo y si quieres ponlo, que me estoy acordando justo ahora de cuando salió en nuestro reality y la gilipollas de Lucía Extebarría dijo que éramos unos incultos porque no había ningún libro en casa... Desde luego, libros de ella nunca va a haber aquí".

Y prosigue: "Esta biblioteca es un reflejo delo que somos Alaska y yo, la hemos construido los dos, con mucha ilusión y todas nuestras influencias. Hay una parte que es más Alaska y que yo paso de ella porque a mí los monos,la antropología, el yoga o toda la teoría de las drogas, pues no me interesan mucho. Yo si me quiero tomar algo lo experimento, no leo sobre ello. Pero Alaska es más teórica y yo más lúdico. Pues eso, aquí hay novela española, Stephen King, los Interview de Warhol, fanzines, poesía, teoría queer... Mi rincón favorito que es el dedicado al dios Fabio McNamara... Esto es el reflejo de un matrimonio que lleva 16 años juntos. Y no es un plató, la usamos. También entiendo que todo el mundo quiera venir a mis casas porque mis casas tienen personalidad, aunque sea muy prepotente decirlo. Ay, que hablo más que un loro y no sé si estoy diciendo tonterías".

P: ¿Te das cuenta de que Alaska y tú no lo podéis dejar nunca? Ya no por lo que sería dividir este patrimonio sino porque tenéis una responsabilidad para con todos los españoles.

R: Entonces lo único que me falta es hacerme político, ¿no?

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