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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado
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Senegal se abre a la inversión

José Naranjo

Autopista de peaje Dakar-Diamniadio, una de las grandes obras de los últimos años en Dakar. / APIX

Está cerca, cada vez cuenta con una mayor seguridad jurídica, su economía crece a un ritmo superior al 5%, es estable políticamente y, encima, está introduciendo importantes mejoras para crear un clima favorable a la inversión. Todos los actores están de acuerdo en que Senegal es hoy por hoy uno de los mejores países del África subsahariana donde la empresa española puede invertir y, de hecho, las previsiones apuntan en esa dirección. El pasado 6 y 7 de abril unas 40 compañías españolas estuvieron presentes en un encuentro organizado en Dakar por la entidad pública España Exportación e Inversiones (ICEX) en colaboración con la Agencia nacional para la Promoción de Inversiones y Grandes Proyectos de Senegal (APIX), una cita marcada por la expectativa de negocios en un clima de optimismo. Durante el mismo se firmó un Memorándum de cooperación mutua para favorecer las inversiones, un hito más en la relación entre ambos países.

Es cierto que las cosas no son de color de rosa y que aún hay un camino de reformas, confianza y desarrollo por recorrer, pero existe un cierto consenso en que el Gobierno senegalés está haciendo bien su trabajo en los últimos dos años, al menos en este ámbito. Primer dato. El Banco Mundial sitúa a Senegal entre los cinco primeros países del mundo en cuanto a introducción de medidas para favorecer los negocios y los intercambios comerciales (índice Doing Bussines) mientras que la Fundación Mo Ibrahim ubica su economía como una de las diez mejores donde invertir de todo el planeta, según aseguró el director general de la IPEX, Mountaga Sy. Todo ello es fruto, en buena medida, de la aplicación aún incipiente, pero firme, de reformas encaminadas a estimular la iniciativa privada en el ámbito fiscal y aduanero entre otros.

Cultivo en Senegal. La agricultura y agroindustria es uno de los sectores clave para el país. / APIX

Estas medidas forman parte de una ambiciosa iniciativa que se ha convertido en el proyecto estrella del presidente Macky Sall, el Plan Senegal Emergente, que se apoya sobre tres ejes: la introducción de reformas para transformar la estructura económica y crear así puestos de trabajo y riqueza; la promoción del capital humano para que el desarrollo sea sostenible; y el respeto de las exigencias de buena gobernanza e integración regional. La idea es llegar a alcanzar tasas de crecimiento del 7 u 8% y crear 600.000 puestos de trabajo estables. Pero también ampliar la cobertura sanitaria al 75% de la población, sacar a sus universidades del pozo de saturación y mala calidad en el que se encuentran, alcanzar la autosuficiencia en un producto básico como el arroz o resolver el abastecimiento energético.

Entre los proyectos faro de este plan, una veintena de obras que pretenden generar empleo y estimular la actividad económica, se encuentran el tranvía y una segunda universidad pública en Dakar, un centro de investigación contra el cáncer, una planta potabilizadora, una Ciudad del Saber y otra de los Negocios, varias zonas turísticas y terminar, de una vez, el moderno aeropuerto Blaise Diagne, situado a 40 kilómetros de la capital y cuya puesta en servicio se ha hecho esperar ya más de cinco años. Los primeros resultados de este ingente esfuerzo ya se empiezan a notar en las alturas de la economía, con un crecimiento sostenido, pese a la persistencia de ciertos nubarrones, como la crisis turística, un sector muy afectado por los conflictos cercanos como el de Malí o la epidemia de Ébola pero también por la falta de renovación e inversión en su planta hotelera, el alto coste de la vida, el desempleo juvenil o los elevados precios de la electricidad.

Obras en el nuevo aeropuerto internacional Blaise Diagne, a 40 kilómetros de Dakar.

El crecimiento económico debe ser inclusivo y filtrar a toda la sociedad. No es de recibo que haya tasas de incremento del PIB superiores al 5% y que, al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional sitúe a Senegal entre los 25 países más pobres del mundo. Para conseguirlo, los senegaleses cuentan con una baza, su estabilidad política, una rara avis en una región demasiadas veces sacudida por el conflicto y la tensión, en el marco de una de las democracias más sólidas de toda África, con alternancia, una más que razonable libertad de prensa y una sociedad civil activa y movilizada. El reciente referéndum constitucional, que se vivió como un plebiscito a la gestión del presidente en el que éste al final obtuvo una victoria un tanto amarga, da al menos tres años más a Sall para implementar sus reformas. En el horizonte opositor sólo emerge por ahora una figura capaz de disputarle el sillón presidencial, el actual alcalde de Dakar, el socialista Khalifa Sall, pero para ello antes deberá desplazar a la vieja guardia y hacerse con las riendas de su propio partido.

Asimismo, Senegal, pese a ser un pequeño país de apenas 14 millones de habitantes, se ha considerado siempre una puerta de entrada ideal hacia África del Oeste, un inmenso mercado de 90 millones de personas que comparte lengua y una moneda común, el franco CFA, ligada de manera estable al euro. Pero, ¿cuáles son los sectores más interesantes para esa inversión? El Plan Senegal Emergente apunta al turismo, las telecomunicaciones, la pesca, los transportes, las energías renovables, la Sanidad, la minería en plena expansión, agricultura y agroindustria, la logística, el comercio, las infraestructuras o el agua y saneamiento. Entre las cuarenta empresas españolas presentes en el encuentro, la mayoría estaban interesadas precisamente por algunas de estas áreas. Es verdad que Senegal no figura en los primeros lugares de las preferencias de la iniciativa privada española. Pero esto puede cambiar en breve. Así al menos lo piensa Francisco Javier Garzón, director general del ICEX. “Los intercambios han subido muchísimo, España se ha convertido en el cuarto exportador a Senegal de los países de la Unión Europea y en el tercer mercado de destino de las exportaciones senegalesas en 2015”, asegura.

Las TIC y telecomunicaciones han vivido un notable desarrollo en los últimos años en Senegal. / APIX

En la actualidad hay medio centenar de empresas españolas en Senegal, lejos aún de las 600 que hay, por ejemplo, en Marruecos. Pero el interés de la empresa española por el África al sur del Sahara va en aumento. “Se sigue con mucha atención el Plan Senegal Emergente, lo que se está haciendo aquí en los últimos dos años. Ya lo hemos visto en otros países. En cuanto empiecen a llegar empresas de mayor tamaño luego lo harán las más pequeñas, las proveedoras de servicios”, asegura. Los mercados tradicionales para las compañías nacionales son Europa y América Latina, pero algo está cambiando. “El 25% de los servicios que ofrece el ICEX a empresas españolas el año pasado han sido en África. Es verdad que en Europa nos necesitan menos, pero aun así este dato muestra una tendencia de crecimiento”, añade.

La seguridad jurídica es una de las obsesiones de los empresarios que invierten en el extranjero y en esto Senegal ofrece ciertas garantías. “Se ha avanzado mucho. Además, contamos con instrumentos sólidos como un convenio para evitar la doble imposición y otro de protección recíproca de las inversiones”, explica Garzón, quien subraya también el cumplimiento de la responsabilidad social y corporativa por parte de las empresas españolas que están invirtiendo en Senegal, alejadas de la tradicional imagen de compañías depredadoras o explotadoras de recursos y trabajadores. “Ese no es el perfil ni es lo que ICEX apoya. Para nosotros es clave que las empresas se integren en el mercado local, respeten las normativas laborales y medioambientales, que aporten valor añadido al país”.

Playa de Sally, en Senegal. El turismo está de capa caída pero tiene un enorme potencial. / AFP

Entre los asistentes al encuentro empresarial hispanosenegalés se encontraban dos miembros de Jokoo, una sociedad de consultoría creada por tres emprendedores españoles del ámbito del comercio internacional que ilustra las oportunidades que representa este país africano en la actualidad. Nacida en enero de este año, en tan solo tres meses ya lleva la representación de una docena de empresas. Según Miguel Martínez, uno de sus fundadores, “pretendemos ser un puente bidireccional entre Europa y África occidental con dos pilares, uno en España y otro en Dakar. Nuestro objetivo es dar a los clientes los servicios que requieren de la forma más personalizada posible, acompañándoles en cada una de las fases que ello conlleva”.

Su trabajo consiste en llevar a cabo labores de consultoría más pura, explicar el país a los inversores interesados, hacer una introducción comercial. Pero también acompañar a las empresas en el a veces tortuoso camino de la implantación física. Para la prestación de dichos servicios Jokoo colabora como consultor homologado con diferentes organismos regionales para el desarrollo del comercio internacional. “Vimos que existía un potencial, por un lado Senegal está en el camino del crecimiento económico y ofrece oportunidades y por otro las empresas españolas están buscando mercados menos maduros como pueden ser Senegal y los países de África occidental”, explica Martínez. Para completar esta bidireccionalidad antes mecionada, Jokoo tiene como objetivo desarrollar las oportunidades senegalesas en mercados europeos de sus sectores más potentes, como las nuevas tecnologías. “En una segunda fase pretendemos ofrecer servicios de formación a la empresa senegalesa para ayudarles a salir al exterior, para lo cual buscaremos alianzas público-privadas”, concluye.

Macky Sall y el Rey de España durante la visita del primero a Madrid en 2014. / EFE

Conscientes de la importancia de la cooperación empresarial como factor de desarrollo, la Embajada de España ha participado activamente en la organización de este encuentro y la de la Unión Europea le ha dado su apoyo. Allí estuvieron sus máximos responsables, Alberto Virella y el español Joaquín González-Ducay, respectivamente. Virella destacó, entre otras cosas, los recientes contactos entre delegaciones de alto nivel de ambos países, como la misión en Dakar hace dos años del ministro de Industria y Energía español José Manuel Soria, acompañado de una importante representación empresarial, o la visita de Estado de Macky Sall a Madrid en diciembre de 2014, en la que tuvo oportunidad de entrevistarse con los Reyes. Además, España cuenta desde hace años con una Oficina Comercial en Dakar que asesora y orienta a las empresas que se quieren implantar en el país.

Comentarios

Muy bonito suena....bueno no! No me suena ni bonito.Me da la sensación que es mas de lo mismo. Vamos a ver como sacamos algo de allí. Una autopista y de pago. Por qué no empezamos por escuelas y hospitales? si tanta buena voluntad hay de desarrollar el pais. Y qué hay de acabar con la esclavitud y explotación infantil? La casa por el tejado y si cae....ya saldré corriendo y ahí te quedas.
Raul.Parece que está usted bastante mal informado.España ha DONADO a través de su Ayuda al Desarrollo más de 300 millones de euros a Senegal en los últimos diez años. Un ala del hospital de Fann fue construida y equipada por la cooperación española así como parte del hospital de Tambacounda, Sedhiou, el bloque operatorio de Velingara, e infinidad de puestos de salud. Recientemente una donación española puso en marcha la unidad de diálisis del hospital de Saint-Louis.Se quedaría usted impresionado de la gran cantidad de escuelas, centros de formación y universitarios que han recibido ayuda de España, entre ellos la universidad Gastón Berger de Saint-Louis, la UCAD de Dakar así como centros de investigación agrícola. Es en agricultura donde se están haciendo los mayores esfuerzos, pero no entraré en detalles porque puede usted encontrarlos con un clic en las páginas de la cooperación española con Senegal.Sin embargo debería usted darse una vuelta por Dakar para ver la campaña contra los abusos sexuales a menores que está realizándose en estos momentos. Acompaña a la propuesta de aprobación del "Código del Niño" que está formulándose con ayuda de España y que pasará en breve por la Asamblea Nacional.Pero no acaba ahí la cosa, a través de Save the Children, Manos Unidas y otras ONGD España está invirtiendo varios MILLONES de euros en la protección de la infancia de Senegal. Como le digo puede ver todo esto fácilmente en internet, pero si tiene interés vaya a Info@od y podrá encontrar la lista oficial de la OCDE en la que se detalla cuáles son las instituciones, los proyectos y los montos de la ayuda española a Senegal.Voy a terminar por su principio: si estuviera aquí se daría cuenta que los senegaleses lo que piden no es caridad, piden solidaridad y sobre todo INVERSION, para que los miles de jóvenes que se ven obligados a migrar arriesgando sus vidas puedan encontrar un empleo decente en su país. Para quel el estado ingrese impuestos y pueda hacer escuelas y carreteras.Si se cumplen las leyes, si se crea empleo decente, si se pagan impuestos que van al presupuesto, si mejoran la infraestructura del país ¿cuál es el problema porque nuestras empresas consigan beneficios legítimos y creen puestos de trabajo también en España? Voy a utilizar su mismo ejemplo: la única autopista que hay en el país es una concesión a una empresa privada francesa. El coste del peaje con el que la empresa recupera su inversión (100% privada) y consigue su margen empresarial es de 2'5 euros. Antes de la autopista se tardaba más de 4 horas en hacer ese corto trayecto de unos 30 Kilómetros ( en la misma carretera por la que van todas las mercancias y pasajeros para Mali). La mayoría de los coches gastaba mucho más de 2’5 euros en combustible. ¿Dónde está el problema?, le aseguro que por esa autopista ve usted "car rapides" y autobuses populares y todo tipo de vehículo. Todo el mundo está deseando que terminen el siguiente tramo, hasta el nuevo aeropuerto.Raul, es muy de agradecer su preocupación por Senegal. Venga a vernos si no lo ha hecho ya. Pero sea un poco más optimista, eso también ayuda.Un cordial saludo
Muy bonito suena....bueno no! No me suena ni bonito.Me da la sensación que es mas de lo mismo. Vamos a ver como sacamos algo de allí. Una autopista y de pago. Por qué no empezamos por escuelas y hospitales? si tanta buena voluntad hay de desarrollar el pais. Y qué hay de acabar con la esclavitud y explotación infantil? La casa por el tejado y si cae....ya saldré corriendo y ahí te quedas.
Raul.Parece que está usted bastante mal informado.España ha DONADO a través de su Ayuda al Desarrollo más de 300 millones de euros a Senegal en los últimos diez años. Un ala del hospital de Fann fue construida y equipada por la cooperación española así como parte del hospital de Tambacounda, Sedhiou, el bloque operatorio de Velingara, e infinidad de puestos de salud. Recientemente una donación española puso en marcha la unidad de diálisis del hospital de Saint-Louis.Se quedaría usted impresionado de la gran cantidad de escuelas, centros de formación y universitarios que han recibido ayuda de España, entre ellos la universidad Gastón Berger de Saint-Louis, la UCAD de Dakar así como centros de investigación agrícola. Es en agricultura donde se están haciendo los mayores esfuerzos, pero no entraré en detalles porque puede usted encontrarlos con un clic en las páginas de la cooperación española con Senegal.Sin embargo debería usted darse una vuelta por Dakar para ver la campaña contra los abusos sexuales a menores que está realizándose en estos momentos. Acompaña a la propuesta de aprobación del "Código del Niño" que está formulándose con ayuda de España y que pasará en breve por la Asamblea Nacional.Pero no acaba ahí la cosa, a través de Save the Children, Manos Unidas y otras ONGD España está invirtiendo varios MILLONES de euros en la protección de la infancia de Senegal. Como le digo puede ver todo esto fácilmente en internet, pero si tiene interés vaya a Info@od y podrá encontrar la lista oficial de la OCDE en la que se detalla cuáles son las instituciones, los proyectos y los montos de la ayuda española a Senegal.Voy a terminar por su principio: si estuviera aquí se daría cuenta que los senegaleses lo que piden no es caridad, piden solidaridad y sobre todo INVERSION, para que los miles de jóvenes que se ven obligados a migrar arriesgando sus vidas puedan encontrar un empleo decente en su país. Para quel el estado ingrese impuestos y pueda hacer escuelas y carreteras.Si se cumplen las leyes, si se crea empleo decente, si se pagan impuestos que van al presupuesto, si mejoran la infraestructura del país ¿cuál es el problema porque nuestras empresas consigan beneficios legítimos y creen puestos de trabajo también en España? Voy a utilizar su mismo ejemplo: la única autopista que hay en el país es una concesión a una empresa privada francesa. El coste del peaje con el que la empresa recupera su inversión (100% privada) y consigue su margen empresarial es de 2'5 euros. Antes de la autopista se tardaba más de 4 horas en hacer ese corto trayecto de unos 30 Kilómetros ( en la misma carretera por la que van todas las mercancias y pasajeros para Mali). La mayoría de los coches gastaba mucho más de 2’5 euros en combustible. ¿Dónde está el problema?, le aseguro que por esa autopista ve usted "car rapides" y autobuses populares y todo tipo de vehículo. Todo el mundo está deseando que terminen el siguiente tramo, hasta el nuevo aeropuerto.Raul, es muy de agradecer su preocupación por Senegal. Venga a vernos si no lo ha hecho ya. Pero sea un poco más optimista, eso también ayuda.Un cordial saludo

Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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