Belleza geométrica, con el arquitecto Renato D’Ettorre
ES difícil hacer desaparecer una gran casa. Intentarlo pasa por que el paisaje la devore. Eso buscó el arquitecto Renato D’Ettorre. Llegó a Sídney con sus padres. Y regresó a Italia para aprender a trabajar el hormigón con el ingeniero Pier Luigi Nervi, un maestro de las estructuras y del uso de ese material. La dos culturas, la australiana y la italiana, y una tercera, la del hormigón, están presentes en esta vivienda en la isla de Hamilton. Atravesada por la brisa y la luz, la casa tiene una estructura arbórea. Más desplegada en el paisaje que concentrada en su interior, tiene más agujeros (ventanas) que paredes. Por eso aunque es un espacio lujoso, es también un ambiente vacío. Su autor explica que estaba todo allí: las rocas, la vegetación y, sobre todo, el agua, con su capacidad de suavizar la dureza de la arquitectura. Ciertamente el agua rodea la casa: no solo las vistas están llenas de mar, también la piscina, los estanques y la cubierta de nenúfares mantienen el calor a raya.
pulsa en la fotoUn refugio en la isla de Hamilton (Australia) Mads Mogensen
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