“No corréis, huís”
Grupo de WhatsApp de hombres cuarentones, la mayoría padres de familia, y la mayoría subidos a la ola del deporte
La frase del título del blog sale de un grupo de WhatsApp de hombres cuarentones, la mayoría padres de familia, y la mayoría subidos a la ola del deporte, más concretamente del salir a correr cada día. Los más expertos han hecho alguna media maratón y se han dejado ver en un triatlón. La frase la escribió uno de ellos, uno que no practica tanto deporte, cuando otros comentaban su afición a salir a correr. “No corréis, huís”, dejó escrito. Nadie contestó. Pero alguno me lo contó. Y eso me lleva a hablar de padres y no de hijos en esta entrada. De cómo sube el furor por el deporte hacia los 40 y concretamente de la pasión por correr. Hombres y mujeres que encuentran en este deporte una válvula de escape. Lo cuentan en el blog de The Guardian: más de dos millones de ingleses corren como mínimo una vez a la semana.
No sé por qué cada vez hay más gente a mi alrededor que corre. Dicen que es genial, que genera endorfinas que te hacen repetir y seguir corriendo. Pero también oigo quejas entre los que viven en pareja y tienen retoños. El problema es que cuando solo uno de los dos practica deporte y lo hace de forma muy, muy insistente, muchas veces a la semana, el otro acaba asumiendo el día a día de los niños. “Empezó a correr, a entrenarse. Después se animó con medias maratones que empezaron a ocupar los fines de semana. Ahora ya las vacaciones de toda la familia giran en torno a las competiciones”, explica una madre de tres niños. Un soltero replica: “Es más agradecido el deporte que las mujeres”. Marta, madre de un niño de tres años, explica su situación: “Muchos hombres recurren al deporte para esquivar las tareas de casa, pero también para superar la crisis de los 40: 'Aún soy joven'. Además, no solo hacen estos deportes, sino que son mucho más competitivos que las mujeres. No se trata de estar en forma 'con la calma', sino que lo llevan al extremo. En mi caso, mi hijo lo tiene claro: es sagrado. Los sábados por la mañana su padre va en moto con sus amigos”.
Ernest Baiget, profesor de Ciencias de la Actividad Física e investigador del GREAF (Grupo de Investigación en Educación y Actividad Física) de la Universidad de Vic (UVic), responde a las preguntas de este blog:
1.- ¿Cómo se explica este furor por el correr y, en concreto, por competiciones como las maratones y los triatlones? Posiblemente no existe una única razón que explique el considerable aumento en la participación de carreras de resistencia de larga duración, esta explicación viene dada por la interacción de diversos motivos. La motivación es una característica psicológica multidimensional que se ve influenciada tanto por aspectos internos de la persona como por las vivencias externas de su entorno. Así pues, puede deberse a motivos como la pérdida de peso y/o mejora de la capacidad física, la influencia de amigos, la búsqueda de interacción social, medirse a otros rivales, motivación hacia la competición, búsqueda de reconocimiento o el desafío personal. Por otro lado, la conquista social del tiempo libre y el ocio va adquiriendo un papel cada vez más importante en la sociedad actual. Cuando un deportista popular participa en una maratón o un triatlón, puede tener unos objetivos claramente definidos como pueden ser finalizar la prueba con éxito o conseguir una marca determinada, este hecho se relaciona con el logro de metas deportivas personales a corto, medio o largo plazo. No obstante, la mayoría de estos deportistas populares experimentan sensaciones positivas y satisfacción personal derivadas de esta práctica, o lo que a veces se denomina “el placer de correr”. Estas sensaciones positivas provocadas por la práctica deportiva de resistencia pueden ser a nivel físico, psíquico o social y refuerzan la actitud de mantener, y en algunos casos aumentar, el nivel de práctica y de competición.
2.- ¿Es un deporte más de hombres o atrae por igual a hombres y mujeres? Tradicionalmente la sociedad ha considerado que hay deportes con una connotación más masculina que otros. En este sentido, deportes con elevadas exigencias de fuerza máxima como la halterofilia, deportes de contacto como el boxeo, o deportes de larga duración y elevada exigencia mental y fisiológica como el triatlón de larga distancia o la maratón, han podido transmitir una imagen más próxima al género masculino. No existe ninguna razón a nivel fisiológico que impida o no recomiende participar a las mujeres en este tipo de pruebas. Aunque cuantitativamente la participación en estos eventos es superior en el género masculino, actualmente las mujeres están irrumpiendo con fuerza y cada vez se observan más grupos de entrenamiento y de competición popular femeninos y de carácter mixto. Posiblemente, una de las razones del éxito de este tipo de pruebas es la posibilidad de participación de todo tipo de clases y niveles sociales así como mujeres y hombres indistintamente, en un mismo espacio y momento de competición.
3.- ¿Cuáles son las zonas de España donde más se practican? El Consejo Superior de Deporte en su encuesta sobre los hábitos deportivos en España de 2010 observa que las comunidades autónomas con niveles de práctica deportiva superior a la media nacional son Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra y La Rioja. Muchas de las pruebas de resistencia importantes a nivel profesional y también popular se desarrollan en entornos urbanos, aunque hoy en día también está muy extendida la práctica de atletismo en entornos rurales como son las maratones y carreras de montaña. En España se realizan maratones y triatlones multitudinarios en muchas de las principales localidades del país. Ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, San Sebastián, Palma de Mallorca o Valencia tienen en su calendario deportivo un maratón y un triatlón anual importante a nivel nacional e internacional con participación de atletas tanto profesionales como populares. Por otro lado, estas ciudades pueden aprovechar el impacto socio-económico que ejercen estas pruebas para el territorio, algunos maratones en España tienen participaciones de alrededor de 20.000 atletas, siendo sensiblemente inferior la participación en los triatlones.
4.- ¿Tiene algún tipo de relación estas competiciones con la crisis de los 40? Con el paso de los años de vida en el ser humano se produce un deterioro biológico como consecuencia de la pérdida de la estructura y funcionalidad orgánica. Este hecho se traduce en una disminución en determinadas capacidades físicas, como son una reducción en el consumo máximo de oxígeno (VO2max), fuerza máxima y explosiva o movilidad articular. Con el paso de los años también se ven afectadas negativamente capacidades coordinativas como el equilibrio así como cambios de otra índole como puede ser la composición corporal, entro otros. Este descenso de capacidades físicas no es constante y lineal a lo largo de la edad, no obstante, hay algunas capacidades que empiezan su involución a partir de los 30 años. La práctica regular de actividad física, junto con otros factores como puede ser una nutrición adecuada, es el mejor remedio para prevenir o atenuar este declive. Como se ha comentado anteriormente, las razones por las cuales se participa en competiciones de atletismo o triatlón pueden ser muy diversas y pueden ser la interacción de varias de ellas. No obstante, es evidente que a partir de ciertas edades, la realización sistemática de actividad física puede ayudar a mantener determinadas funciones orgánicas y la práctica a nivel popular de atletismo o triatlón, puede ser un buen estímulo para realizar actividad física de manera regular. Por otro lado, atletas que se inician en este deporte a partir de los 40 años pueden experimentar un rápido progreso en relativamente poco tiempo, aunque este progreso sea limitado en el tiempo y en su magnitud.
5.- ¿Hay que tomar algún tipo de precaución para practicarlos? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad de vida se relaciona con factores físicos, mentales y sociales del entorno. En este sentido, la práctica de actividad física de manera regular y sistemática tiene efectos positivos sobre la salud física y mental. No obstante, no es necesario realizar una actividad física con una elevada carga (muchas horas o intensidad de ejercicio) para mejorar los efectos positivos sobre la salud. El entrenamiento dirigido a participar en competiciones tales como la maratón o los triatlones requiere un elevado volumen de entrenamiento diario y semanal y es necesario gozar de una óptima salud para que el organismo asimile correctamente esta carga de trabajo físico. En este sentido, y según la Federación Española de Medicina de Deporte (FEMEDE), la práctica deportiva conlleva unos riesgos para el practicante y es necesario modificar estos riesgos y reducirlos a su mínima expresión. Esta organización recomienda un reconocimiento médico-deportivo como punto de partida de estas actividades deportivas y debería realizarse antes de la incorporación al deporte. Estos reconocimientos médicos previos a la práctica de estos deportes estarían justificados bajo diferentes puntos de vista. De una parte, la necesidad de efectuar un examen médico preventivo adecuado de aquellas patologías que, ante una actividad deportiva, pueden poner en peligro incluso la vida del deportista. Durante los últimos años se han reportado diversos casos de muerte súbita de deportistas populares en pruebas de maratón y triatlón. Por otra parte, la necesidad de abordar la problemática de aquellas patologías que, no suponiendo un riesgo para la vida del deportista, sí que afectan a la posibilidad de hacer deporte o, como mínimo, de realizarlo en una situación de comodidad o incluso de rendimiento. Por otro lado, es más que recomendable que el entrenamiento y la planificación de las competiciones esté supervisado por un profesional de la actividad física y el deporte que garantice que este proceso de entrenamiento se realice de forma correcta, evitando así posibles efectos negativos como puede ser el sobreentrenamiento, estados de fatiga o lesiones por sobreuso.
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