_
_
_
_

¡¡¡Que vienen las feministas!!!

Marcha de mujeres en Versalles.
Marcha de mujeres en Versalles.Biblioteca Nacional de Francia.
Isabel Valdés

Entender, según la Real Academia, es tener idea clara de las cosas. Algo que parece no haber ocurrido con el feminismo después de más de tres siglos. Con los feminismos, en plural.

Conocer para comprender es, de forma global, el objetivo final de una exposición que ocupa parte de la Nave del Teatro Daoíz y Velarde, en el madrileño distrito de Retiro. Fuera empieza a llover de forma intermitente y la plaza que hace de antesala al espacio diáfano de altos techos va quedándose vacía de niños, balones, octogenarios y palomas; a pesar del chirimiri que acaba convirtiéndose en aguacero, cada pocos minutos se abre la puerta del centro, quien entra cierra el paraguas y empieza el recorrido.

Feminismos, ¿te atreves a descubrirlos? es el nombre de la exposición itinerante encargada por el Ayuntamiento de Madrid a la cooperativa Pandora Mirabilia. Dos grandes paneles horizontales presiden la muestra, dos líneas de tiempo (una global y otra específica de España) a través de grandes hitos que dan cuenta de una lucha que empezó en la Edad Media. La quema de brujas en Flandes, en 1310; La ciudad de las damas, el libro donde la italiana Christine de Pizan rebatió argumentos misóginos… es el protofeminismo. Desde ahí y hasta el siglo XVIII “filósofos y pensadores escriben y argumentan sobre la inferioridad natural de las mujeres y teorizan sobre una feminidad obediente, débil y doméstica”, se lee en la exposición.

Los principios ilustrados las dejaron fuera, donde ellas no quisieron quedarse, exigieron ser ciudadanas y empezaron a sentarse las bases de una teoría crítica feminista que, en parte por suerte, ha ido evolucionando hasta hoy. Solo en parte porque la existencia misma de la batalla implica que sigue habiendo conflicto, la desigualdad permanece y se convierte en el principal motivo para reivindicar el feminismo. Según la encuesta de Metroscopia del pasado mes de marzo sobre Actitudes y Percepciones sobre desigualdad de género en España, el 92% cree que actualmente no se disfruta de igualdad efectiva entre mujeres y hombres, solo un 5% de las mujeres y un 11% de los hombres considera que se ha alcanzado esa igualdad; y el 80% de los encuestados consideran que las mujeres sufren peores salarios.

4.WomensLib1970_WashingtonDC_LOC

“Pero realmente tenemos todo tipo de argumentos para hacerlo. El papel de este movimiento social, uno de los más desconocidos, en la historia de los dos últimos siglos ha sido crucial”, argumenta Ana Buñuel, la directora general de Igualdad del Ayuntamiento de Madrid. No solo ha sido clave, sino dinámico: fue creciendo de forma distinta y adoptando tácticas y estrategias variables según el lugar y según los problemas y las circunstancias de las mujeres: la lucha por el espacio público en Europa durante el siglo XIX y XX, la visibilidad simplemente como ser humano en África en el siglo XXI, el destierro de la violencia sexual y machista en América Latina... Como apunta uno de los textos de la exposición, “su objetivo es común: la lucha contra el patriarcado, ese sistema político, económico, religioso y social basado en la dominación de las mujeres por parte de los hombres”.

Al final de las cronologías, que pasa por momentos como la aprobación del sufragio femenino por primera vez en 1893 en Nueva Zelanda, como se consiguió el voto en Egipto o la segunda y tercera ola a partir de los años 70, una cortina de memes. Círculos que cuelgan en un mosaico con frases como “A igual trabajo, igual salario. Mira que sois radicales…”, si se le da la vuelta, una pregunta, “¿Las feministas odian a los hombres?”. Y una respuesta: “Existen muchos prejuicios contra las feministas que surgen del miedo y del desconocimiento. Algunos términos, como feminazis o hembrismo hablan de doctrinas que promueven la dominación de las mujeres. Pero son falsas, puesto que no existe ningún movimiento organizado con esos fines. Como tampoco existe una ideología que defienda la superioridad natural de las mujeres. Acusar a una mujer de feminazi o hembrista no busca denunciar una ideología injusta, sino ridiculizar sus reivindicaciones. Las feministas no quieren acabar con los hombres, quieren acabar con el machismo, algo muy diferente”.

Manifestación proaborto en 1983 en Bilbao. / Archivo Nodo50.

Preguntas y respuestas colgantes que pretenden desmontar mitos que siguen funcionando: el feminismo no es lo contrario del machismo, no hace falta carné para ser feminista, se puede ser feminista llevando tacones y maquillaje, el feminismo no es cosa del pasado y no es solo cosa de mujeres. Según Buñuel, estos estereotipos se desmontan día a día: “Estamos en un momento en el que las diferencias tienen que sumar, las tendencias tienen que valer para hacer más fuerza… Hay quien prefiere hacer hincapié en la necesidad de transformación económica, o en los cuidados, o en el feminismo institucional”.

Para Irene García, de Pandora Mirabilia, este es un “momento dulce” si se compara cómo se ve hoy el feminismo y cómo se veía hace unos años. “Hay mucha más acogida entre el público, en los medios de comunicación, ahora más gente se declara feminista, hay más representación en las películas y las series…”. García ha formado parte del equipo de diseño de contenidos y asegura que ha sido “doloroso” seleccionar y desechar. “Tratamos de elegir hitos importantes no solo anglosajones, incorporamos la línea de tiempo en España y añadimos voces de otros países”.

La exposición Feminismos, ¿te atreves a descubrirlos?. / I.V.

Ese esfuerzo por hacer comprensible y accesible el movimiento feminista se repite en cada acción de esa cooperativa madrileña que nació como tal en 2010 después de unos años siendo asociación. Desde entonces trabajan a menudo para administraciones públicas, sobre todo de la Comunidad de Madrid. “Hacemos talleres en colegios e institutos, también para adultos, proyectos divulgativos, consultoría, comunicación…”. Un equipo de campo que conoce bien cómo se vive el movimiento hoy. Esperan que este sea un pequeño paso, “que pique la curiosidad, que la gente se introduzca poquito a poco en el movimiento y se quiten los prejuicios”.

Avisa un texto de la exposición que, inevitablemente, el feminismo cambia la mente de quien se acerca a él. Precisamente porque el conocimiento de la historia y la actualidad de esta lucha derriba las ideas equívocas que se han levantado como murallas contra y alrededor de ella; proyectos como este, locales y efectivos, siguen siendo imprescindibles para que esa pelea que ya dura tres siglos no se alargue uno más.

Las imágenes publicadas en este artículo han sido cedidas por Pandora Mirabilia y forman parte de la exposición Feminismos, ¿te atreves a descubrirlos?, que estará hasta el 14 de abril en la Nave del Teatro Daoíz y Velarde, avenida de la Ciudad de Barcelona, 162, en Madrid. Y a partir del 15 de abril en el Centro Cultural El Torito, en la avenida de Moratalaz, 10.

Comentarios

La desigualdad entre los dos sexos que conforman el ser humano viene ya de antiguo, en función de la propia diferencia física y fisiológica de cada persona.Sea hombre o mujer.La sociedad moderna y culta nos ha puesto en el umbral de una nueva era, en donde las personas ejercerán en función de su capacidad, pero solo en la medida que se avance tecnológicamente, la mujer y el hombre podrán despegarse de las diferencias morfológicas.Y ser iguales en todo, también en respeto mutuo.Cuando los hijos no ya sean una carga para nadie, por ejemplo. Porque la sociedad se encargue de ellos desde el primer día de su nacimiento.Y la vivienda y los salarios sean una rémora del pasado.O cuando no sea necesario casarse para formar una familia o reproducirse, porque la tecnología podrá dar hijos a mujeres u hombres sin necesidad de pareja.A gusto del consumidor.Cada cual será independiente.Solo supeditados a sus capacidades personales intelectuales y físicas.Y las personas disminuidas deberán de ser asistidas por las instituciones públicas, gratuitamente.Solo entonces no necesitaremos ya publicidad basada en señoras en biquini, u en hombres musculosos.Para vender.Cuando el ser humano se despegue de sus atavismos morfológicos y diferenciaciones sexuales, las modas no tendrán razón de ser.Y los machismos y feminismos serán datos obsoletos.Arcaicos. Superados.Convertidas todas las relaciones humanas en puros automatismos funcionales, ocupando las máquinas la parte de explotación que ahora se llevan las personas menos favorecidas.Un mundo maravilloso, que nos espera a la vuelta de la esquina, donde la explotación humana y las carencias de derechos solo serán una leyenda del pasado.Satisfechas todas las necesidades con solo apretar un botón y pagar la cuota a la compañía correspondiente, seremos felices a la carta.El sexo no será necesario, ni casi el comer tampoco una función biológica ya superada, ni barrer el suelo o fregar los platos, ni guisar comida.Todo superado, las máquinas lo harán todo, hasta tirar la basura.Viviremos en un planeta aséptico y desinfectado, impoluto, equilibrado y estandarizado.Y será una maravilla poder leer la Guerra de la Galias de un tal Julio César, para poder hacernos una idea de como era el planeta tierra.Antes.Como vivían los seres humanos allá por el siglo I, d.C. y poder comparar los avances conseguidos.Entonces seremos extraterrestres y felices por siempre jamás..
No estoy de acuerdo, a pesar de las inseminaciones artificiales e ingeniería genética, las máquinas y el relax, seguirán existiendo las diferencias morfológicas y fisiológicas entre hombre y mujer, a no ser que se dieran mutaciones naturales, sin la mano del hombre o mujer, solas en el tiempo, tras los siglos que nos pudieran hacer seres hermafroditas, pero mientras tanto habrá diferenciación.
Me ha gustado que se diga que en el feminismo la mujer no va contra el hombre sino contra el machismo; yo entiendo aqui que se refieren al machismo brutal , aquel que somete a la mujer por la ley de la fuerza, sin embargo existe el carácter machista que todo hombre tiene y que se manifiesta en la galantería o en el modo de hacer el trabajo o en el modo de ver el mundo o pensar, ese es un hombre que podríamos llamar normal sin ser un machista brutal; a ese machismo brutal, entiendo yo que es al que se opone el feminismo, pero en ocasiones, el mismo feminismo se acerca a extremos parecidos o pudiera acercarse o al menos producen provocación, eso se ha visto en muchas manifestaciones feministas , inclusive en el mundo artístico donde muchas obras se han hecho exclusivamente con mujeres excluyendo a los hombres, eso sería un feminismo provocativo, nada recomendable pues lo que hace es causar rechazo en vez de empatia.
La Naturaleza apela a los dos sexos para perpetuarse. Lo ideal es que hombre y mujer, compartan la existencia, sean compañeros que se apoyan mutuamente , y de ese modo de vivir los hijos crecen dentro de esa pequeña comunidad donde se comparten los bienes y los espacios, aunque cada uno conserve su particular modo de ser. Es por sobre todo una cuestión de educación, de un aprendizaje para la valoración del Otro. Lo cual es fundamental dentro de una familia, que es la expresión mas genuina de la Sociedad. Así como nuestro cuerpo está conformado por millones de células, la Familia es también una célula en el entramado social. Insisto : es una cuestión de educación para la convivencia, mediante el respeto mutuo. Tanto la mujer se apoya en su compañero, como él se siente potenciado sabiendo que tiene de su lado una mujer que le pone el hombro, el Alma y los Sentimientos para compartir la Vida.
Cáceres y bergante: totalmente de acuerdohttps://www.youtube.com/watch?v=oG-drSJ52x0
Yo creo que la cuestión no es ser feminista o no y por ello increpar, o prender en la hoguera como hacían antaño, sino pensar en que ambos sexos son personas humanas con capacidades evidentemente distintas por el tema de que son cuerpos formados diferentes , el hombre es mas fuerte por naturaleza pero no por ello mejor que la mujer, es dificil y será dificil llegar a la conclusión de que somos iguales pero hemos de aportar nuestro granito de arena¡¡

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_