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Tentaciones

La polémica familia de Laura Matamoros, ganadora de 'GH VIP'

El colaborador de ''Crónicas Marcianas', Coto Matamoros, y tío de la ganadora de GH VIP fue uno de los personajes más polémicos de la pequeña pantalla: se tatuó la cabeza, huyó a Tailandia, era amigo de Carmina...

Cordon Press

Ayer Laura Matamoros se convirtió en la ganadora de GH VIP, pero su familia tiene una larga tradición televisiva. Su padre, Kiko Matamoros, es colaborador de Sálvame  pero fue su tío, Coto Matamoros, el que empezó la carrera televisiva de toda la saga familiar en Telecinco. Era uno de los personajes más polémicos de Crónicas Marcianas y su cuerpo de matón de discoteca y su refulgente calva eran de las  imágenes más icónicas de Telecinco. Ahora que su sobrina Laura Matamoros ha ganado Gran Hermano VIP, Coto está de actualidad otra vez por los rifirrafes con su hermano. Nada nos gustaría más que el regreso de Coto Matamoros al ruedo televisivo. Y aquí van 10 motivos por los que se justificaría su vuelta.

1- Coto Salía en 'Crónicas Marcianas'

Y salía mucho. A pesar de todo lo que se pueda criticar al programa de Javier Sardá, está claro que marcó una época y nos dio personajes inolvidables, maravillosos y trash que van desde Pozi hasta Carmen de Mairena. Solo por eso, gracias Sardá. Aunque la mayoría de los momentazos que Coto vivía  en el programa no han llegado hasta nuestros días, uno de los pocos que se conservan es este vídeo en el que está a punto de pelearse con Arlequín. Sí, el del clan de Tamara y La Momia. ¿Recordáis esa época en la que el cuore patrio estaba lleno de personas que parecían salidos de una obra del esperpento? Ay, eran otros tiempos...

2- Es algo así como un forajido

Y lo vimos en televisión. ¿Cuántas veces podremos volver a ver un cintillo en el que ponga que alguien “Nos habla de su fuga a Tailandia”? Parece salido de un guión que hoy nadie se atrevería a escribir. Eso sí, luego Coto acabó cumpliendo pena, como debe ser.

3- Vimos su detención casi en directo

En EE UU están acostumbrados a emitir persecuciones policiales por televisión, pero en España eso no pasa. Coto, que es algo así como un maestro del espectáculo, se encargó de que en su aterrizaje en España hubiese cámaras y grabaran hasta cuando le detiene la policía. Lo más parecido a un docu-reality hace unos años.

4- Pero seguía dando espectáculo desde Tailandia

Estar prófugo de la justicia no le impedía seguir teniendo contacto con España y hubo más de una conexión en directo con él desde el país de Two Yupa (oh, vamos, ¿conocéis a alguien más que venga de Tailandia?). El chroma de fondo siempre eran pagodas y templos budistas. Lo mismo que si en una conexión con España el fondo fuera la catedral de Burgos, vaya.

5- Se tatuó la calva... ¡Se tatuó la calva!

Sí, para diferenciarse de su hermano Kiko, con el que se odia, Coto se hiza un tatuaje tipo maorí en la cabeza. Al más puro estilo gemelo bueno, gemelo malvado. ¿Pero quién sería quién?

6- Fue entrevistado por Jesús Quintero

Y eso en España solo pasa si eres una persona muy importante o alguien tan extremadamente trash que también despiertas mucho interés. Además soltó perlas como estas:

“Jesús Quintero: ¿Se quiere mucho?

Coto Matamoros: "Me adoro”.

7- Se reía de sí mismo

Además de hacerlo en Crónicas Marcianas, hasta hacía bromas con su fama de renegado de la justicia delante de María Teresa Campos. ¿No sería maravilloso verle rodeado de los Supersingles?

8- Pero también se ríe de otros

Y si estuviera en la televisión no dejaría títere con cabeza, como demuestra este tuit. Un momento, el autor de ese libro...

9- Es youtuber

Bueno, o al menos tiene un canal de Youtube. Y en él ha subido algunas intervenciones suyas pero también vídeos desde su nuevo exilio en República Dominicana. ¿Nuestro vídeo preferido? El titulado 'Coto Matamoros en silencio' en el que le vemos melancólico por las playas del país caribeño.

10- Era amigo de Carmina

Y ser amigo de Carmina tenía que ser algo muy divertido. Eso sí, debías tener un nombre raro como “el Pai, el chuli o el cabra”. Años después de su muerte, Coto hablaba de Carmina de la mejor manera que se nos ocurre: “Era una mujer que se comió la vida a bocaos. Se dio todos los placeres de este mundo. Se fue bien servida”.

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