Diputados, ¡al paro!
Vergüenza, indignación, decepción, desesperanza; me siento burlada por cada uno de los 350 diputados a los que voté hace ya dos meses y a los que estoy manteniendo desde entonces.
Si un empresario contratara a 350 trabajadores a los que encarga un proyecto y les da un plazo de dos meses, ¿qué pasaría si agotado el plazo no existiera proyecto alguno y la única justificación argumentada fuera la falta de acuerdos? Es obvio, estos 350 trabajadores han demostrado con creces su incompetencia y desgana por el proyecto y no queda otra que enviar a todos a las listas del paro.— Gloria Calle Macayo. Madrid.
Señores políticos, teniendo en cuenta que vamos a unas nuevas elecciones y ya se exhibieron suficiente, ahórrennos el gasto y tener que sufrirlos en una nueva campaña electoral. Destinen el dinero a ayudar a los más necesitados o colaboren con alguna ONG. Visto lo visto, sería insoportable sufrirlos durante otros tres o cuatro meses. Mejor sin campaña.— Antonio Zamora Matilla. Madrid.
¡Harta! Estoy harta de broncas, de acritud, de aspereza, de ofensas, de sarcasmo. Soy maestra desde hace casi 30 años y durante todo mi ejercicio profesional he intentado fomentar entre mis alumnos la tolerancia, el respeto a quien piensa diferente, el entendimiento… Sin embargo, resulta verdaderamente complicado cuando nuestros políticos están enzarzados en un eterno rifirrafe que traspasa continuamente los límites de la consideración y del respeto. ¡Basta ya de transmitir enfrentamiento! No les pido ayuda, simplemente que no nos lo pongan difícil a los que trabajamos por crear una España tolerante y abierta.— Carmen Gil Martínez. Aracena (Huelva).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.