El fracaso de la acogida europea
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) es un organismo intergubernamental que, a través de su programa de retorno voluntario asistido, presta apoyo a todos aquellos migrantes que deciden volver a casa. Los ciudadanos iraquíes, afganos e iraníes son los que mayoritariamente solicitan su mediación. La OIM no pregunta la causa de la decisión, pero sí puede desaconsejar el regreso si no está garantizada la seguridad o la dignidad de la persona.
Aún recuerdo la teórica oleada de solidaridad europea tras la llegada masiva de refugiados procedentes de países en guerra, y el reparto del número de personas que cada país tendría que acoger. En la práctica, papel mojado. No duden que huyen los más fuertes, y lo hacen con el firme propósito de labrarse un futuro para salvar a todos los suyos que tuvieron que quedarse. Salen como héroes y regresan como lo que no son, porque el primer mundo fue incapaz de mejorar las difíciles condiciones que tuvieron que soportar en sus países de origen. Es el fracaso de la humanidad, del modernismo. Es la paradoja de los que nos creemos desarrollados. Apaga, porque se van.— Luis Alberto Rodríguez Arroyo.
