Así afecta 'Juego de Tronos' a tu vida sexual
Un estudio de la plataforma Netflix asegura que el 25% de sus usuarios tienen en cuenta las preferencias televisivas a la hora de elegir pareja Las aventuras de Jon Snow, Jessica Jones o Walter White pueden ser el revulsivo que necesita tu desastrosa vida amorosa
Ironías de la vida. Antes de que Aaron Sorkin, Netflix y la HBO lo cambiaran todo, imaginábamos al adicto a las series de televisión como una suerte de friki con escasa vida social y nula vida sentimental. Hoy, prejuicios aparte, las tornas parecen haber cambiado: estar al día en el mundo de las series no solo garantiza un recurrente tema de conversación, sino que podría ser la clave para encontrar pareja. Eso es lo que asegura un estudio de la plataforma de televisión en streaming Netflix, que proclama que el 25% de sus usuarios pueden encontrar a alguien más o menos atractivo dependiendo de las series que esté siguiendo. Incluso un 13% asegura que tendría una cita basándose solamente en compartir gustos seriéfilos.
Puede que el estudio (realizado entre 1008 estadounidenses de entre 19 y 39 años) haya sido realizado por una parte interesada, pero la cultura popular nos demuestra que la idea no va desencaminada en absoluto. De hecho el estudio de Netflix pone números a una creencia muy extendida en la sociedad estadounidense. En 2013 la frase Netflix and chill (algo así como Netflix y relax) se empezó a popularizar en la red como un sinónimo de invitación sexual velada. “¿Quieres venir a mi casa a ver Netflix y relajarnos?” sería el equivalente actual al “¿quieres subir a tomarte la última a mi casa?” de los noventa, al menos en la cultura anglosajona, donde la expresión ha ganado una enorme popularidad en los últimos años.
Sophie Turner explicando con exquisito gusto el significado de 'Netflix and chill'
Este estudio solo confirma pues, lo que la cultura popular había viralizado a base de memes. Y lo que la psicología afectiva refrenda. “De alguna manera nos enamoramos en espejo” confirma Manuel Menassa, psicólogo especializado en terapias de pareja. “Si vemos reflejados nuestros gustos en otra persona esta se nos antoja más accesible”, argumenta. Las series que vemos, aquellas que nos enganchan y aquellas en las que perdemos interés con el paso del tiempo hablan, en cierta medida, de nosotros mismos, con lo que no es descabellado, opina Menassa, pensar “que podemos empezar a conocer rasgos de una personalidad por los gustos literarios, artísticos o sobre series”. En cualquier caso, el psicólogo matiza que estos datos sirven solo para hacer “una primera criba” y que la compatibilidad real de una pareja no vendrá determinada por la coincidencia en estos menesteres, digamos más superficiales.
Alicia Silverstone, precursora del 'Netflix and chill' en 'Clueless: fuera de onda'
Según el estudio de Netflix, los hombres dan más importancia a los gustos seriéfilos de su potencial compañera sexual (un 34% de los hombres así lo ha declarado, frente al 19% de las mujeres) o que el 75% de los encuestados considera que quedar para ver juntos una serie es una buena opción para una cita casual. Si se trata de verla cada uno en su casa las cosas cambian: un 17% asegura que no compartiría sus contraseñas antes del matrimonio y más de la mitad dice que solo lo haría cuando esté en una relación seria. La encuesta también se centra en una tendencia extendida: ver series en pareja. Parece que compartir los desvelos por las aventuras de Jessica Jones o el destino de Jon Snow une casi tanto como un hipoteca. Y es que el 58% de los encuestados asegura que la plataforma de televisión a la carta supone una buena forma de estrechar lazos. “Con esto suceden cosas muy interesantes”, valora Menassa, que coincide en que compartir gustos y aficiones siempre es positivo para una relación. Pero su análisis va más allá: “también se comparte qué es lo que te impacta a ti y qué le impacta a tu pareja”, asegura. “Las series, más allá del género que traten, cuentan historias humanas. El espectador se identifica con las cosas que le pasan a los personajes y esto genera temas de discusión o debates que de otra forma no se hubieran generado nunca”.
Series que sí, series que no
Está claro que no es igual de atractivo confesar que lloraste con el final de A dos metros bajo tierra que con el de Los Serrano (que también era para echarse a llorar, pero por otros motivos). Dependerá de los gustos de tu interlocutor, pero en cualquier caso hay series que están bien vistas y otras que pueden hundir tu vida social. En las series, como en casi todos los productos culturales de la actualidad, hay mucho postureo. Y este se multiplica cuando hablamos de buscar pareja.
Las series se han convertido en uno de los vehículos culturales más potentes del siglo XXI y siendo el nivel cultural uno de los factores determinantes a la hora de buscar pareja, estas afirmaciones no deberían sorprendernos. En una sociedad en la que la validación personal se consigue a base de likes y corazones hay series que hay que ver y otras que es mejor evitar. Hay series pues, que pueden hacernos más atractivo a ojos de los demás. Pongamos un ejemplo práctico, no tanto romántico como político, pues en el fondo, en política, se trata de 'enamorar' a la mayor cantidad de gente posible.
El presidente de EE.UU. Barack Obama ha hablado tanto de series en los últimos diez años que a nadie le sorprendería que finalizado su mandato se uniera a Natalia Marcos como pluma estrella de Quinta Temporada. Se ha declarado fan de The wire, de Juego de tronos y de Homeland, series aclamadas por la crítica y alabadas por el público. El tipo de series que alguien pondría en su perfil de web-para-solteros-exigentes para garantizarse un montón de citas. En España Mariano Rajoy hizo un cameo en la serie Jacinto Durante, representante en el año 2000 y declaró en la pasada campaña electoral que su serie favorita era “la de Luján Argüelles” (sic). Cuestión de gustos.
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