Una lección de arquitectura
FOTO: Adrià Goula
Es casi un clásico -ojalá lo fuera sin el casi- decir que las escuelas pueden convertirse en la mejor lección de arquitectura para los alumnos que allí estudian. Este centro, en el corazón urbano de Sabadell, rehabilitado y ampliado por HArquitectes, es, ciertamente, una clase magistral. Veamos por qué.
1-Aprovecha el valor material además del patrimonial: En España, la legislación, los inversores y también la mayoría de la sociedad no valoramos suficientemente el patrimonio arquitectónico reciente. Que ese asunto sea algo a corregir no exime de contemplar además otros valores, como el puramente material -la reutilización de espacios y componentes- o el carismático –sentimental y atmosférico de un inmueble-. Esta intervención para rehabilitar el colegio Sant Nicolau atesora todo ese pasado.
2-Reta, en lugar de venerarla, el alma de un edificio: El exceso de respeto suele convertirse en miedo. En arquitectura sucede cuando en lugar de rehabilitar se momifican los edificios. El alma del lugar –cuando el inmueble la tiene- debe respetarse y potenciarse, pero se mata cuando se trata de conservar entre algodones. El ala del colegio en el que han intervenido los arquitectos es la más antigua del conjunto. Data de 1959. Y tiene muros de cerámica manual colocados “con una junta muy rehundida”, explica Xavier Ros, que todavía habla de los obreros que se esmeraron en su construcción. No se puede traicionar ese cuidado. Y el estudio HArquitectes simplemente lo pone al día rodeándolo de intervenciones semi-artesanales realizadas, esta vez, con maderas o chapas metálicas.
3-Corrige el consumo energético: Hace ya un tiempo que las fachadas han dejado de hablar de poder, o de intenciones, para pasar a delatar prioridades. Las dos rehabilitadas de este edificio han sido tratadas para reducir el consumo energético. Se ha dado más importancia a la fachada sur, la que mira al patio de juegos frente a la que le habla a la calle por una razón de peso: durante años el exceso de insolación incomodaba las clases. Ahora, una nueva cámara de aire intermedia de 50 centímetros actúa de colchón térmico. Y lamas metálicas reducen la insolación y resisten los pelotazos del patio.
En la fachada de la calle, la intervención de los arquitectos es mínima pero imprescindible. No han tocado la obra vista ni la composición existente ni las carpinterías blancas –ni originales ni bonitas, pero suficientemente sanas para ser mantenidas. El nuevo interior se intuye en la fachada. Hay seis nuevas ventanas de hoja basculante que facilitan la ventilación.
4-Convierte la arquitectura sostenible en marco alejado de protagonismos: El protagonista en este proyecto no es el edificio sino lo que sucede en él. El nuevo colchón térmico de la fachada sur que da al patio tiene, a la vez, un estante exterior en cada ventana. Allí los alumnos pueden plantar y cuidar plantas.
5-Enseña a apropiarse del espacio y, por lo tanto, enseña a usar la ciudad: Reforzando el forjado y añadiendo un nuevo tramo a la escalera existente –preservada casi íntegramente en las plantas inferiores- los arquitectos reconvirtieron la mitad de una azotea –antes inaccesible- en un nuevo espacio de recreo con magníficas vistas sobre la ciudad. Para los más pequeños ganaron otro patio al sustituir 250m2 de vidrio -de la gran claraboya que cubre la escalinata de acceso al polideportivo soterrado- por un nuevo forjado apoyado en las vigas preexistente. 40 metros cuadrados más del techo de hormigón de la zona del ascensor se convirtieron en un arenal para los párvulos y en una grada para niños.
Un nuevo porche más alto, pero contiguo al preexistente, significa la entrada de la escuela y da acceso a los cuatro elementos que integran el complejo escolar: el edificio de enseñanza secundaria, el patio central, el polideportivo soterrado y el edificio de educación infantil y primaria.
6-Tiene un precio ajustado: En 2009 HArquitectes ganó el concurso para rehabilitar este colegio con una propuesta de ampliación no contemplada en las bases del concurso. Hoy el edificio ha sumado 240 metros a los 1.200 existentes por el precio de una rehabilitación. No hace falta explicar que el proyecto tendría menos de la mitad de importancia si su precio no revelase también la capacidad de ser ingenioso y prudente a la vez. Según los arquitectos, el coste de la reforma fue de 495 euros por metro cuadrado.
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