El otro abrazo
Cuando el valenciano Juan Genovés pintó en 1976 el lienzo El abrazo,a buen seguro trató de plasmar, a través de unos entrelazados personajes de diferente condición, el momento ilusionante que supuso la Transición. La disposición de las figuras, alejándose de espaldas al primer plano y caminando hacia un futuro objetivo común, le ha permitido ser icono de la democracia. Tras 40 años de estancia en colecciones privadas o formando parte de la obra en depósito del sótano del Reina Sofía, el museo ha accedido a su cesión. Y ésta se ha producido en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados.
¿Premonitoria la denominación de la sala en cuestión? El propio pintor ha manifestado que “hoy no encuentra la ilusión ni la esperanza” con la que en su día perfiló con acrílico sobre tela su interpretación de España. A día de hoy disponemos de todos los ingredientes para un nuevo lienzo. Es clara la necesidad de alejarnos de un reciente pasado y presente político más que mejorable.
Sería deseable que el futuro al que nos dirijamos fuera construido entre todos. ¿Llegarán a unirse en algún momento las cuatro desdibujadas estelas que caminan decididas en direcciones distintas? — Luis Alberto Rodríguez Arroyo.
