Ayuda humanitaria con fines militares
¿Puede ser considerada ayuda humanitaria el equipamiento de una unidad del ejército nigerino para luchar contra el grupo terrorista Boko Haram? La ONG estadounidense Spirit of America piensa que sí. Junto a ayudas humanitarias más tradicionales esta organización piensa que hay que apoyar las operaciones militares trazando su línea roja en el suministro de armas.
Spirit of America, entre otra cosas, ha equipado a un grupo de 150 soldados del ejército de Níger con todos los elementos necesario, menos las armas, para patrullar la frontera sur, la que les separa de Nigeria y donde se han sufrido distintos ataques de Boko Haram.La organización no esconde que ha sigo creada para defender y dar apoyo a los intereses estadounidenses, a través su ejército y diplomáticos, allí donde sea necesario. En su página web el general retirado Stanley McChrystal, que fue comandante en jefe del contingente militar estadounidense en Afganistán y de la Fuerza Internacional de Asistencia para la seguridad, en el mismo país, afirma que “Spirit of America es un equipo de respuesta rápida sin ánimo de lucro prestando asistencia humanitaria y económica en apoyo de los intereses de nuestra nación”. Es decir que su objetivo principal no es trabajan por el bien, el desarrollo o el empoderamiento de sus beneficiarios sino solo y exclusivamente en auxilio de su propio país, con lo que las comunidades en las que intervienen se convierten en meros instrumentos para conseguir los intereses estadounidenses.
En resumen, según Hake su ONG sirve para canalizar la generosidad de los norteamericanos hacia las tropas americanas que luchan en los lugares más peligrosos del mundo y su misión.
La mayoría de los representantes de esta organización que trabajan sobre el terreno son antiguos militares ya que “conocen mejor los riesgos implícitos de este tipo de misiones”. Además, argumenta la ONG, estas personas tienen experiencia y les es más fácil comprender los problemas humanitarios que los soldados norteamericanos intentan resolver. Una vez identificado la problemática al que se enfrentan el ejercito estadounidense, los trabajadores de Spirtit of America utilizan internet para buscar el dinero, el material o el conocimiento técnico necesario para resolverla.
Entre las distintas actividades llevadas a cabo en Níger, Spirit of America finaició, el pasado mes de octubre, un seminario “contra Boko Haram” a nivel comunitario en Diffa, en el suroeste del país, en colaboración con la unidad de asuntos civiles del ejército de Estados Unidos y el nigerino, con la finalidad de discutir la forma de detener el flujo de jóvenes que se unen a los grupos yihadistas que operan en la zona y mejorar los sistemas de seguridad y policía de los pueblos fronterizos.
Desde hace tiempo, el ejército de Estados Unidos apoya a los gobiernos de Níger, Camerún y Chad en su lucha contra los yihadistas de Boko Haram. Además una unidad de fuerzas especiales del país norteamericano se encuentra desplegada en Níger y en alguno de los países vecinos.
Más en el norte, en el departamento de Agadez, Spirit of America ha gastado 41.000 dólares en becas para que un grupo de jóvenes estudie veterinaria, la contratación de un veterinario para llevar a cabo una campaña de vacunación y un par de motos. La idea es generar riqueza y residencia para que contrarrestar la atracción que ejerce al-Qaeda, muy activa en la la zona del Sahel a través de su filial al-Qaeda del Magreb islámico y grupos afines.
En esta ciudad también han rehabilitado una cancha de baloncesto que se inauguró con un partido entre miembros de los ejércitos de Estados Unidos y Níger, con el mismo objetivo de estimular a los jóvenes a no unirse a los grupos yihadistas.
A pesar de que la página web de la organización especifica que el Departamento de estado de los Estados Unidos no tiene nada que ver con la ONG, Spirit of America trabaja directamente con los comandos regionales del ejército estadounidense. Además, en su consejo están figuras muy importantes de la política de los últimos años: el senador republicano John McCain, el ex secretario de estado, también republicano, George Shultz y varios generales retirados.
Según Obinna Anayadike, editor de IRIN news, lo que está haciendo Spirit of America no es nuevo en la “tradición de ayuda humanitaria” de los Estados Unidos. Según él, durante la guerra de Vietnam, Catholic Relief Services (CRS) se alineó, deliberadamente, con la política militar, y la mayor parte de su asistencia alimentaria se destinó a los Fuerzas populares de la milicia del gobierno de Vietnam del sur, al que apoyaba Estados Unidos. En Afganistán, las ONG fueron consideradas como “multiplicadores de fuerza” y los Equipos de Reconstrucción Provincial (ERP) -compuestos de civiles y militares- estaban destinados a convencer a la población de la bondad de las tropas extranjeras.
Fue justo la guerra de Afganistán y la convivencia entre ejércitos y organizaciones humanitarias lo que desencadenó una reflexión sobre el tema y la publicación de muchos artículos reflexionando sobre este problema.
Es así que se acuñó el concepto CIMIC (Cooperación cívico-militar) en el ámbito de las fuerzas armadas de diferentes países. En una operación militar, la CIMIC sirve de enlace con las instituciones y agencias humanitarias presentes en el terreno de operaciones donde una fuerza militar actúe, logrando la necesario coordinación y cooperación en sus actividades respectivas; todo ello -y esto es lo importante- en beneficio de la misión que se esté llevando a cabo.
En teoría toda ONG debe fundar su intervención en el principio de neutralidad e independencia de cualquier poder que no sea el meramente humanitario o de desarrollo. Por su parte los ejércitos siempre sirven a los intereses de sus gobiernos, incluso, podríamos llegar a decir, cuando se encuadran en una operación de paz de Naciones Unidas como cascos azules.
Esta diferencia de naturaleza debería producir desconfianza mutua, lo cual debería traducirse en cautelas y perjuicios por parte de las agencias humanitarias a la hora de colaborar con fuerzas militares.
Spirit of America ha borrado todas las líneas y saltado todos los recelos que pudieran existir en este campo. Todo lo cual podría crear problemas a los trabajadores humanitarios que buscan llevar a cabo su labor de la forma más imparcial posible.
Además, Spirit of America no se coordina con las agencias de la ONU u otras organizaciones humanitarias que puedan operar en la zona, solo con el ejército estadounidense, lo cual también dice mucho de su forma de actuar.
Es posible que esta ONG sea pequeña y que sus operaciones en Níger no sean de gran escala, pero están marcando una tendencia muy peligrosa para la ayuda humanitaria.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.