El empate imposible
Que la CUP lleva tres meses —casi desde la misma noche de las elecciones catalanas del 27-S— cachondeándose de Artur Mas, de Convergència y, por añadidura, de toda Cataluña, es un hecho que ya nadie discute.
Y si alguien tenía alguna duda, ahí está ese imposible empate a 1.515 votos tras tres votaciones entre los que no aguantan a Mas y los que todavía le quieren dar crédito. Ignoro cómo se dirá en catalán, pero un andaluz diría que ese empate no se lo cree ni Antonio Baños, ni todos los de la CUP, “jartos de vino del Penedés”.
Después de lo que iba a ser la última asamblea decisiva, ahora llegan 3.030 personas, y empatan a 1.515. Y ese empate se produce la víspera del Día de los Inocentes. Estos tíos son unos guasones, no hay otra explicación posible.— Carlos Luis Ruiz Alcaide.
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