14 fotosLecciones aprendidasConcluye el proyecto de tuitear cada día una de las miles de fotos tomadas en los últimos 15 años en distintos países, 10 de ellos como cooperanteDiego Fernández Gabaldón31 dic 2015 - 12:18CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceConcluye este mes de diciembre el proyecto de tuitear cada día en @diegofgphoto una de las miles de fotografías tomadas durante 15 años viviendo en distintos países y algo más de 10 como trabajador humanitario. Concluye con él también esta serie de foto relatos en los que desde enero he venido narrando algunas de las experiencias vividas durante este tiempo. En una ocasión me preguntaron qué había aprendido de la gente en estos años. ¡Eso es una pregunta! pensé… A pesar de lo que algunos parecen querer que creamos, sin duda alguna existen entre las gentes de diferentes culturas y religiones muchas más similitudes, intereses y preocupaciones comunes que diferencias. El desvelo fundamental de la inmensísima mayoría de la gente no es otro que el de proveer para sus familias. Este mes dedico la selección de imágenes que comparto a diario en mi Twitter, a esas gentes anónimas que únicamente luchan por una vida tranquila. Mazar e Sharif, Afganistán 2011. Este grupo de mujeres afganas escuchaba con atención las explicaciones de mi compañero sobre una de las actividades que el Programa Mundial de Alimentos realizaba en Mazar e Sharif. La selección de los destinatarios de este programa de ayuda no podía ser más representativa y fiel reflejo de la cruda realidad vivida por los afganos durante décadas: viudas, huérfanos y mutilados de guerra. Diego Fernández Gabaldón (WFP)WFPBagdad, Irak. 2002. Mi estancia en Irak se prolongó desde principios de 2002 a mediados de 2004. A nuestro regreso a Bagdad en mayo de 2003 tras una breve evacuación durante la guerra, se nos recomendó contratar un guarda armado y reducir nuestras salidas a lugares públicos. Para alguien que había vivido en el país durante un tiempo considerable previo a la guerra esta adaptación resultaba muy complicada. ¿Cómo era posible que la amabilidad y la hospitalidad de los iraquíes se hubieran esfumado de repente? Estas niñas posaron para la foto durante una visita turística al antiguo Palacio de Ctesifonte, al sur de Bagdad.Bagdad, Irak. 2002. Este señor solía venir a intentar arreglar los destrozos que hacía mi perro Tamer, dátil en árabe, en el pequeño jardín que tenía en mi casa en Bagdad. No consigo recordar su nombre, aunque sí su amable sonrisa desdentada. Me pregunto qué habrá sido de él y cómo estará tras esta, otra más, dura década que a los iraquíes les ha tocado vivir inmerecidamente.Afganistán 2011. Las limitaciones de movimientos a las que los trabajadores humanitarios se ven abocados en Afganistán y otros países en conflicto son sin duda necesarias; los ataques y secuestros a convoyes humanitarios suceden con desafortunada frecuencia, pero son también frustrantes. Salidas al terreno como esta a las montañas de Nahri Shahi donde puede capturar esta silueta eran un soplo de aire fresco, y una oportunidad de disfrutar de cerca la cultura afgana.Afganistán 2010. En ocasiones aprovechábamos estas salidas al terreno en Afganistán para disfrutar de un lujo que no teníamos a nuestro alcance cada día, ¡comer fuera! Una rara oportunidad de impregnarnos de los olores y sabores locales. Este niño transportaba su pesada carga de agua de una fuente cercana al lugar donde repusimos fuerzas aquel día.Kenia 2011. En este viaje al terreno nos habíamos desplazado a una aldea en las montañas del centro de Kenia para realizar un estudio de las necesidades alimentarias de la población. Normalmente tratábamos de volver a las capitales de los distritos que visitábamos donde la oferta de alojamiento, aunque precaria, solía ser suficiente para el equipo de encuestadores, conductores y personal del Programa Mundial de Alimentos, pero ese día la lluvia había bloqueado la carreteras y tuvimos que pasar la noche en este remoto lugar. Me ofrecieron la única habitación disponible con un enchufe cuyo precio ascendía a dos dólares por noche. Esta dificultad en el camino me dio sin embargo la oportunidad de capturar escenas cotidianas como la de estos dos señores entreteniéndose conversando con los transeúntes, una imagen que me recordó a la de muchos pueblos de España.Kabkabiya, Darfur, Sudán 2005. Los wadis, valles en árabe, son lechos temporales de ríos que sólo fluyen unos días al año durante la estación de lluvias. Durante el resto del año sus riberas son utilizados como fértil terreno de cultivo de frutas; famosa entre la comunidad humanitaria era la ensalada de frutas de Kabkabiya… O como lugar de recreo para pasear o jugar al fútbol como hacían estos niños a los que pareció divertirle ser fotografiados.Timor Occidental, Indonesia 2008. Desde nuestra perspectiva, Timor Occidental es quizá uno de los lugares más remotos y con costumbres más desconocidas que un europeo puedan visitar. Esto creaba situaciones de curiosidad mutua; yo no podía evitar sorprenderme viendo a alguno de sus habitantes saludarse frotándose la nariz, y esta niña no pudo evitar mirar por la ventana a ver lo que estábamos haciendo.Darfur, Sudan 2006. A esta niña la fotografié de entre el grupo de desplazados por el conflicto en Darfur. Me llamó la atención ver como se divertía jugando, como si de algún modo viviese ajena a su realidad: el ataque a su pueblo, tener que haber huido precipitadamente de su casa y su incierto futuro.Mazar e Sharif, Afganistán 2010. En Afganistán no es frecuente que la gente pida ser retratada con lo que el posado espontáneo de este espectador del buzkashi, el deporte nacional afgano, fue recibido con agrado. Rostros tan expresivos como este no se ven todos los días.Campo de refugiados de Kakuma, Kenia 2012. En unas circunstancias en las que tanto se habla de las dificultades para acoger refugiados y de los conflcitos por los recursos con la población residente; poco importa que se trate de empleos en Europa o de leña o pastos en Kenia, resulta reconfortante ver cómo la población local Turkana parecía integrarse en la vida social y económica de este campo de refugiados. Estas mujeres Turkana estaban comprando en uno de los varios mercados del campo.Kenia 2012. Con más de 40 tribus y un número similar de lenguas y variantes, Kenia es un país con una diversidad étnica y cultural fascinante. Esta imagen la tomé en una aldea cercana a la frontera con Etiopía durante un viaje de trabajo por carretera por las tierras áridas del norte de Kenia. Fue uno de los viajes más largos e interesantes que he realizado durante estos años. Unos 2.500 Km en un recorrido de ida y vuelta que iba desde Nairobi, pasando por el desierto de Chalbi y el lago Turkana, hasta la ciudad fronteriza de Moyale.Aybak, Afganistán 2010. Con su diversidad étnica y cultural y unos paisajes de belleza abrumadora, Afganistán es uno de los países con más oportunidades fotográficas que he visitado. Lamentablemente los toques de queda y las dificultades de movimiento por la inseguridad hicieron que me supiera a poco, aunque con toda seguridad ¡algún día volveré! A estas dos niñas las descubrí durante un viaje a la localidad de Aybak en el norte del país.Darfur, Sudán 2005. Kabkabiya fue mi lugar de residencia entre los años 2005 y 2006. Esta pequeña población de Darfur norte cuadruplicó su población al acoger a un gran número de desplazados por el cruento conflicto que asoló y sigue devastando esta región de Sudán. Con mermada atención mediática, Darfur sigue sufriendo a día de hoy los rigores de esa guerra. A pesar de esta dura realidad, los saludos y las sonrisas de los más pequeños se repetían cada vez que me veían en la calle.