Medi-Cine es el personalísimo proyecto de Mercedes Martínez, criminóloga y psicoterapeuta que trata a sus pacientes a través del visionado de películas y un posterior debate al respecto. Muchos de ellos se debaten entre la ilusión por vivir la Navidad o huir de ella, mientras que la experta asegura que es una buena época para hacer balances, diseñar propósitos para los siguientes 12 meses, regalar y regalarse ("sobre todo tiempo, el oro más preciado", apostilla), darse la oportunidad de ampliar la red de amigos asistiendo a fiestas y celebraciones, abrirse a las sorpresas, no solo a las empaquetadas y reencontrarse con quien no has podido ver a lo largo del año. Claro, que también es el momento perfecto para ver una buena película… navideña.El protagonista está solo y un amigo le anima a que busque a alguien a través de una página de contactos para que le acompañe a la fiesta de fin de año. Encuentra a Vivian, que acaba de dejar a su novio. En las 24 horas que pasan juntos comparten más de lo que hubieran sospechado, ya que se muestran tal cual son. Se acercan y se alejan y se vuelven a acercar pasando por la sorpresa, la desconfianza, la atracción, la complicidad, la entrega… "En una fiesta donde se celebran y confluyen las metáforas simbólicas de todo lo viejo y lo nuevo, estamos más disponibles para soltar, buscar y encontrar", dice la experta. Enseñanza navideña: planee alguna actividad para el próximo día 31, pues cualquier noche puede cambiarnos la vida.Aprovechando la ausencia de su familia, Peter invita a sus queridos amigos de la infancia, a los que hace años que no ve, a pasar el fin de año en su mansión. El reencuentro hace aflorar los buenos recuerdos. Aunque en algunos aspectos las cosas ya no son tan dulces y hay esperanzas rotas, se divierten como antes, sin esperar la sorpresa final que Peter les tiene reservada. "Los reencuentros con amigos del pasado sirven para redimensionar la realidad propia por comparación y para actualizar los afectos o, simplemente, para recordar quién has sido y todavía eres", ilustra Mercedes Martínez. Lección navideña: llame a ese amigo que hace años que no ve.Un hombre honrado abrumado por la presión de un banquero que quiere arruinarle decide suicidarse, entonces ocurre algo extraordinario: puede ver cómo habría sido el mundo que le rodea si él no hubiera existido… Esta película, un clásico de Navidad, propone un juego interesante, "un buen ejercicio para nivelar la autoestima, para consolidar nuestros vínculos, para relativizar los conflictos y comprobar que a la vuelta de la esquina están muchas de las respuestas", en palabras de la psicoterapeuta. Lección navideña: pues eso… qué bello es vivir.En el 2004 una familia decide ir a pasar las vacaciones de Navidad a las playas de Tailandia. Basada en un hecho real, este filme describe el tremendo tsunami que destroza el hotel donde se alojan y gran parte de la costa del sudeste asiático. "Ver esta historia cómodamente en un sofá debajo de la manta puede permitirnos reconocer cómo todos hemos vivido en alguna ocasión nuestro propio tsunami. o lo estamos viviendo. Y, aunque parezca imposible, se puede salir a flote", dice la experta. Lección navideña: mentalizarse de que en 2016 no habrá obstáculos para usted (quizás, solo, alguna cicatriz).Peter Sellers protagoniza esta historia de un actor bastante torpe invitado por error a una fiesta en la que provoca todo tipo de divertidos estropicios delirantes. "En estos días hay muchas invitaciones para acudir a todo tipo de fiestas. Si se declinan algunas por evitar compañías indeseadas, ver esta película en soledad reforzará su decisión y es garantía de risas", avisa Mercedes Martínez. Lección navideña: lo único imprescindible en la fiesta es su buen humor.
